Jean Reno: «Me da pena Gérard Depardieu porque es un hombre un poco perdido»
El icono del cine francés con raíces españolas publica su primera novela, 'Emma bajo el cielo de Omán'
Jean Reno: «España es muy importante para mí»

Por insistencia de su mujer, la actriz Zofia Borucka, Jean Reno fue a parar a las manos de una masajista en un centro de talasoterapia en la bretaña francesa. De aquella experiencia táctil sacó el icono del cine francés el coraje para dejar las ... cámaras en un segundo plano y vencer el miedo a la página en blanco. 'Emma bajo el cielo de Omán' (Planeta) es su debut literario que ahora presenta en España, una novela de espionaje que rebosa pasión y sensualidad, y a la que Reno ha impuesto un ritmo trepidante, digno de las películas de acción que ha protagonizado.
«Me pasé una hora muy fuerte con esa masajista y ahí surgió la idea del poder a través de las manos. Ahora no me acuerdo de la cara de la muchacha, pero allí nació Emma. Después vi que iba en bicicleta a trabajar, con el mar a la derecha, la ciudad –Esquibien– a la izquierda y el cielo azul. Vi dos aviones que venían de Omán y así empezó el choque entre ese muchacho omaní con una educación inglesa y ella, del campo francés», recuerda el intérprete. Su libro ha cosechado buenas críticas en Francia, se ha vendido bien y sus derechos audiovisuales acaban de ser adquiridos por una productora francesa para hacer una serie de ocho episodios, «pero yo no participaré en el guion. No quiero. Le dejo a ellos la tarea de pensar en quién encarnará a Emma. Yo solo la imagino rubia», afirma con rotundidad, deslizando que ya tiene en mente también la segunda parte. «Me da mucho miedo», confiesa.
Nacido en Casablanca (Marruecos) de padres españoles exiliados por la dictadura, Reno no ha tirado de esos recuerdos para recrear el exótico ambiente de la capital omaní, en la que centra la mayor parte de la novela: «Fui con mi mujer y un amigo a Abu Dhabi a un festival de cine para presentar un cortometraje. Teníamos tiempo y decidimos ir a Mascate, porque apenas se sabe nada de Omán. Y pensé que era la localización perfecta porque todo el mundo piensa en conocer Qatar, Abu Dhabi, Arabia Saudita… De todos esos países, la gente tiene una idea, pero Omán, ¿qué es?, ¿dónde está?», explica. Además del halo de misterio, Mascate está al borde del mar, imprescindible en la trama de la novela, porque Emma es captada por el hijo de un influyente ministro del sultanato para enseñar su talento como masajista en un complejo de talasoterapia de lujo, pero también en la vida del intérprete. «Las cosas que no entiendes bien son grandes. No sé dónde está Dios, pero seguramente está en cosas grandes, como la tierra, como el mar, como el espacio. Hay mucha gente que piensa que adoramos al Dios que no se ve y masacramos el Dios de la tierra que nos da de comer. Y yo no estoy lejos de esa idea».
En torno a esa espiritualidad teje Reno una fuerte intuición que va guiando a Emma para controlar su poder con las manos. «Tengo mucha confianza en lo que siento. Hay más certidumbre que equivocación cuando te dejas llevar por el instinto. Yo era muy amigo de Johnny Hallyday [fue padrino de su hijo] y era solamente instinto», asevera. La intuición le ha llevado a buscar y también le ha animado a seguir y seguir: «Me gusta el mañana también. Hay gente que prefiere hablar del pasado. Yo no. No podemos pararnos. Y cuesta. No tengo solución a todo lo que pasa, para las enfermedades o para que todo el mundo coma. Pero hay que continuar. Hay que avanzar con el corazón abierto. No podemos dejar de buscar a los otros. Porque los otros nos ayudan. A mí me ayudaron mucho». Reno guarda una mención especial para las mujeres en este apartado. Cuando llegó a París, solo, a los 17 años. «Me dieron de comer, me dieron calor. Y me hicieron atravesar los niveles de la sociedad, porque yo soy el hijo de un obrero, pero hoy conozco todos los estratos». También por ellas se ha dejado aconsejar ahora en el carácter femenino y en las sensuales escenas de sexo.
Choque cultural
La protagonista cuenta con un físico imponente, un blanco fácil para la población masculina de Omán. Desde antes de poner un pie en el sultanato, Emma es deseada, vigilada, explotada, seguida... ¿Dónde quedan los derechos de las mujeres allí? «No sé exactamente. Conozco Arabia Saudí porque fui en diciembre a un festival para dar un premio a una cantante de Egipto y el número tres del régimen nos dijo que permitieron a las mujeres conducir, así que no se avanza mucho. Es como Japón en el siglo XIX que cuando se paseaba en pareja, la mujer estaba detrás. No sé cuánto tiempo tardará en avanzar, nadie lo puede decir, pero hay una cosa cierta: las mujeres mueven a los hombres en esa parte del planeta».
En el otro bando de ese choque cultural, mencionado también en su libro, se encuentra el movimiento 'Metoo', dentro del cual surgieron las denuncias en torno a otro actor francés, Gérard Depardieu, que acaba de ser condenado a 18 meses de cárcel por agresiones sexuales a dos mujeres. «Creo que hay que respetar a las personas. Pienso que es un poco fuerte porque hay otros casos de hombres que han pegado a mujeres y han sido condenados a cuatro meses. Pero entiendo que es un ejemplo. Vamos a ver lo que viene después, si violó o no. Eso es mucho más grave. Me da pena porque es un hombre un poco perdido..., perdió a su hijo... Pero también hay que pensar en las víctimas».
Viviendo entre Francia y Nueva York, Reno tampoco esquiva el otro asunto que trae de cabeza a Occidente en los últimos tiempos: Trump. «No hubo mucho movimiento la primera vez que entró. Ahora, hace un mes, la gente que no está de acuerdo con él se está moviendo un poco más. Pero los americanos no se mueven mucho. No son como los franceses, que van a la calle. Lo hacen, pero de una manera más calmada. Pero ese no es el problema. El problema es quién le ha votado y por qué. Sí, él está loco, pero bueno, el voto es otra cosa. ¿Por qué tenemos que ir a una dictadura?, ¿por qué vamos a votar dictadura? No lo entiendo, no soy lo bastante inteligente. Por eso he escrito un libro sobre el amor y una mujer libre. A mí me interesa más que discutir con Putin o con Xi Jinping. Están en otro planeta y me quieren matar. Hay una parte del mundo que no va bien».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete