'Pepe the Frog': la rana de dibujos que se volvió esvástica
tierra trágame
El ilustrador Matt Furrie creó sin querer un meme incontrolable que acabó tipificado como símbolo de odio en Estados Unidos
El after más caro de la historia: resacón en Las Vegas de internet

El ilustrador Matt Furie llevaba toda la vida dibujando ranas cuando en 2005 decidió publicar su fanzine 'Boy's Club', estilo Simon Hanselmann, subiendo escaneos a Myspace. Eran tebeos sobre erecciones, vómitos y pedos, la confusión universitaria de un grupete en el que estaba el Perro fiestero, el degenerado de Landwolf y la rana Pepe, que llevó a su creador a insólitos lugares con juicios contra gurús de ultraderecha y la elevación a estigma por la liga Antidifamación. Un hipster en la Irrealidad Vacía de internet, según cuenta el documental premiado en Sundance 'Feels good, Man' (2020).
Como C. Tangana donde Évole, que le contó que su objetivo es componer canciones que le trasciendan, un folclore que te sepas pero no quién es su autor, la rana Pepe inició una inopinada escalada cuando los incels (célibes involuntarios) de 4chan lo acogieron como símbolo de la tristeza, una especie de mascota pocha de internet que, luego, ascendió por la cara digital a tótem del supremacismo. Esto es aún finales de los 2000, un embolado fascinante. ¿La expresión de 'salir rana' vendrá de aquí?
Porque si la biología está regida por los genes, Richard Dawkins argumentó que la Cultura lo está por los memes, los ganadores de la creatividad evolutiva, las ideas que calan, y la viñeta de la rana sintiéndose un ser raro cuadró con la ética del Forocoches estadounidense, y el meme empezó a triunfar logrando el definitivo salto adelante del batracio cuando Katy Perry y Nicki Minaj subieron memes en 2014 a sus redes. Y, con ello, la no bienvenida de mujerío al foro, y la nazificación de la rana con esvásticas, como terrorista del ISIS... para no ser cooptada. La rana era suya.
Y Trump, el Pepe petulante, el meme del renacuajo tocándose la barbilla, el que sabe más, nuevo candidato en 2016. 4chan apoyó al magnate, al que veían como Se acabó la fiesta, y que tuiteó a Pepe, por supuesto. Y como el vector más ultra acogió a la rana, esta acabó en la lista de los símbolos de odio hecha por la liga judía Antidifamación. ¿Efectos concretos? Los 45.000 dólares en ropa que acababan de salir de fábrica, que el vendedor se negó a tenerlos en su tienda, y Furrie se los tuvo que comer porque solo iban a comprarle los muy radicales. La rana ya no era suya...
Trump ganó («La broma de internet se hizo real»), y Furrie inició una campaña para salvar a Pepe. De símbolo de odio a símbolo de amor, con artistas amigos haciendo sus propio memes adorables de la rana. Incluso llegó a matar a Pepe, pero a los usuarios de 4chan les dio igual. Y Furrie entró en un estado de ansiedad del que salió al poner denuncias a quien lo usara sin pagarle y sacara tajada. Y un día de 2019, Pepe se convirtió en el símbolo de las revueltas de Hong Kong por la democracia. Las vueltas que da la rana.
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