Benlliure y Joselito
La joya escultórica Benlliure esculpió tras la muerte de Gallito necesita una restauración
El mausoleo de Benlliure de la tumba de Joselito 'el Gallo' puede salir del cementerio de Sevilla

En ABC de Sevilla, Jesús Bayort ha señalado que el mausoleo de Joselito, de Mariano Benlliure, en el cementerio sevillano de San Fernando, necesita restauración. Siempre al quite y eficaz, Joaquín Moeckel ha acudido con un restaurador – como ya hizo con el monumento a ... Curro Romero. Todo se complica por temas legales: los herederos del torero no han pagado una tasa de renovación y, según parece, no está protegido como Bien Cultural.
Para los sevillanos, tiene que ser una cuestión prioritaria. En el precioso cementerio de San Fernando, acuden muchos a ver los mausoleos de Joselito, Juan Belmonte y Paquirri: el primero es el más hermoso, a gran distancia. Pero el tema es tan importante que trasciende a la ciudad.
Ésta es una de las cumbres indiscutibles de la escultura taurina. Benlliure presenció el entierro de Joselito, en Sevilla: una inmensa manifestación popular, con un momento especialmente emocionante, cuando el féretro entró en el templo de San Gil, pues José era muy devoto de la Macarena. (Llevaba siempre una medalla de la Virgen, que le salvó de una cornada grave, al frenar el pitonazo del toro). Allí mismo debió concebir la idea del mausoleo. Pocos meses después, se lo encargó Ignacio Sánchez Mejías. Lo presentó ya, en 1924, en su estudio madrileño, a la reina Victoria Eugenia; luego, en el Palacio de Exposiciones de Sevilla. Se instaló definitivamente en el cementerio sevillano en abril de 1926, sobre la tumba donde yacía Joselito desde seis años antes.
Es un grupo escultórico impresionante. Dieciocho figuras, en bronce, muchas de ellas identificables, acompañan el ataúd abierto, donde reposa para siempre el torero: en mármol blanco de Carrara, con serenidad absoluta, como un héroe clásico. Lo rodean los que portan el féretro, hombres y mujeres desconsolados, unas gitanas, una niña que sostiene una imagen de la Macarena… Es un mausoleo único para un torero único..
La conclusión es muy sencilla: el Ayuntamiento de Sevilla debe tomar cartas en el asunto, ponerse de acuerdo con los herederos, solucionar las cuestiones económicas, promover una declaración que proteja el mausoleo, emprender su restauración… Estoy seguro de que lo hará. No pueden quedar incógnitas sobre uno de los grandes monumentos sevillanos y una obra maestra del arte taurino.
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