Olga Casado, ante su debut con caballos en Olivenza: «Intento ser la mejor mujer torero de la historia»

Compartiendo escenario con ella estaba uno de los referentes de Casado: Alejandro Talavante. «Cuando vi al maestro quise ser torero. Siempre me ha impresionado y me quedaba anonadada», dijo Olga, que también nombró a José Tomás, El Juli, Juan Ortega y Miguel Abellán como sus ídolos.

«Lo paso peor cuando lidio las novilladas, que cuando toreo», explicó Alejandro, que continuó: «Cuando voy a torear depende todo de mí, pero cuando lidias hay muchos factores que no controlas. Genera presión, porque el triunfo de los novilleros depende de mí». Además de la novillada de Olga, lidiará en la primera novillada, que se celebrará el 7 de marzo. Y bromeó: «Esta mañana lo hablaba con Nacho, y le decía que lo que pase será su culpa, porque he delegado en él estos días», ya que él toreará el domingo por la tarde, tras lo que llegarán ferias como Fallas o Castellón para empezar una temporada «de mucho compromiso, igual que la del año pasado. Cada año me encuentro mejor y creo que se va a poder ver».

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Mientras que Talavante tiene la temporada bastante encaminada, ya que estará en todas las plazas importantes, Casado tiene la mente puesta en el festival de Jaén y su debut con picadores: «No sé qué va a pasar esta temporada, pero estoy intensificando mi preparación, porque ahora paso a otra película. Estoy preparándome todo lo que me tenga que preparar para dar lo mejor de mí cuando llegue el momento, y así conseguir lo que me proponga e intentar ser la mejor mujer torero de la historia».

Talavante, que también debutó con caballos en Olivenza hace exactamente veinte años, recordaba esta etapa, y daba ánimos a Casado: «Es una época muy bonita porque tienes todo por hacer, nadie te ha visto mucho y se puede sorprender». Por su parte, la madrileña valoraba de forma positiva lo conseguido hasta ahora, ya que «he conseguido torear como yo a veces sueño torear».

Los dos protagonistas tenían similitudes en sus carreras y también en su vida: ninguno contaba con antecedentes taurinos. «Mi padre -que nada tenía que ver con este mundo- ha respetado mi sueño y lo ha entendido. Ha venido conmigo a las plazas de toros, y ha visto que esto es un arte». «Mis padres tampoco eran muy aficionados», apuntaba el pacense, que se aficionó gracias a su abuelo. Ambos toreros atendieron amablemente a todos los aficionados, que habían llenado la sala, que se les acercaron al terminar el acto, que fue conducido por Noelia López.