El Betis y Breslavia, cien años después
El club verdiblanco estuvo en la ciudad polaca, entonces alemana, en 1925 en su primera gira internacional; ahora vuelve para luchar por su primer título europeo

En el tour que el Betis tiene en el estadio Benito Villamarín los aficionados apenas se percataban de un pequeño trofeo que está en una vitrina cercana a los cuatro grandes títulos que jalonan la historia de la entidad. La Liga de 1935 ... está acompañada de las tres Copas del Rey (1977, 2005 y 2022) y se busca peana para la Conference. Todas acaparan la atención para los posados con foto y vídeo. Se pueden tocar y algún atrevido hasta las levanta furtivamente. Muy próxima aparece tranquila y serena una copa plateada, con adornos florales y frutales, con pie y tapa, de reducidas dimensiones, que tiene un letrero que recuerda su origen: «Copa donada por el equipo alemán Viktoria de Forst en 1925, con ocasión de la primera gira del club fuera del territorio nacional«.
Aquel verano de hace cien años levantó el Betis ese trofeo muy cerca del lugar en el que este miércoles buscará la gloria, Forst está a pocos kilómetros de una Breslavia entonces perteneciente a la República de Weimar y hoy polaca con el nombre de Wroclaw. El Betis jugó allí, con la citada copa en su equipaje, ante el Vereinigte Breslauer Sportfreunde, que ya no existe dado que se extinguió tras la II Guerra Mundial. Lo que sí permanecen son las ganas de los verdiblancos de ser pioneros y vincularse a las alegrías. Aquel viaje fue el primero que realizó el club fuera de las fronteras españolas, tal y como confirma el ABC de la época y estudios posteriores de Cihefe (Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español) y el historiador Alfonso del Castillo, especializado en la historia verdiblanca. Sí se había movido por el territorio nacional como en las expediciones para jugar partidos en Canarias (1919) o en diferentes terrenos de juego de Madrid, Vigo, Barcelona, Bilbao, Murcia, Cartagena, Gijón, Oviedo, Langreo, Valencia, Alicante...
Fue una gira en la que el Betis disputó cuatro partidos. Cabe recordar que aún no había empezado a jugarse la Liga española, que da inicio en la temporada 1928-29 y se trata de un equipo que compite por el Campeonato de Andalucía en un deporte emergente que crece también por el contacto con otros países y de ahí que marchara la expedición bética el 10 de agosto buscando una experiencia. Lo hizo en tren saliendo desde la estación de Córdoba de Sevilla y llegando a Colonia pasando por Madrid, Barcelona y París. Se iban a jugar cuatro partidos entre el 15 y el 23 de agosto, todos sobre hierba. Una novedad puesto que en Andalucía se jugaba siempre en albero justo hasta ese verano. Los futbolistas que viajaron fueron Jesús, Torres, Menudo, Tenorio, Aranda, Carlos Castañeda, Adolfito, Gildós, Fernando Castañeda, Carrasco, Velasco, Enrique, Romero, Álvarez y Manolín. El domingo 16 de agosto, en una información breve en ABC, se informaba de este desplazamiento: «Ha marchado a Alemania el Real Betis Balompié de Sevilla. Jugará en Breslau, Nürenberg, Múnich y otras poblaciones alemanas».
Era sábado aquel 15 de agosto en el que el Betis jugó en Forst ante el FC Viktoria, club también disuelto en 1945. El resultado fue de 4-0 para los teutones, que formaban un potente conjunto como campeones del Sureste alemán. Al día siguiente recorrió el autobús verdiblanco la distancia hasta Breslau donde jugó con el Vereinigte Breslauer Sportfreunde, fundado en 1919 y que fue el dominador en la época del Campeonato del Sureste. Alrededor de 4.000 espectadores presenciaron un duelo que acabó con 1-0 final. El choque se jugó en el Südpark de Breslau, que hoy es un parque recreativo. Por la noche, los jugadores verdiblancos fueron agasajados en el centro de la ciudad.
Una semana después, los heliopolitanos jugaban, el 22 de agosto, con el FC Hanau 93 en el estado de Hessen. Es el único club que continúa activo en la actualidad, disputando la Oberliga, la quinta categoría alemana. El choque finalizó con 6-1 para los locales. El domingo 23 de agosto se cerró la gira con el choque ante el ASN Nürnberg, que venció al Betis por 1-0. Fueron cuatro derrotas y, tal y como cita Cihefe, los jugadores béticos adujeron que la superficie de césped les afectó sobremanera. Además, los partidos se jugaron con una modificación de la regla XI de la FIFA en la cual sólo serían necesarios dos jugadores para evitar el fuera de juego, cuando hasta entonces había tres. Según la prensa alemana los jugadores béticos más destacados fueron el meta José Torres y el polivalente Andrés Aranda. Y algunos de los jugadores más destacados del equipo no pudieron ir por estar en la guerra de Marruecos. El 29 de agosto fue recibido el Betis en la estación de Córdoba de Sevilla.

Posteriormente el Betis ha estado varias veces en Alemania en pretemporadas como la de 2012 y en las recientes con Pellegrini y también en partidos oficiales contra el Eintracht y el Bayer Leverkusen. La casualidad hace que sea Breslavia el primer lugar de un viaje bético fuera de las fronteras españoles y que sea el escenario de su estreno en las finales continentales. Allí llevó desde Forst esa pequeña copa con honor por ser un visitante ilustre y ahora quiere ver a Isco alzar al cielo polaco ese trofeo de 57,5 centímetros con 32 columnas hexagonales que pesa once kilos y que esperan que haga volar a todos los béticos del mundo. Su sitio ya lo tiene en el futuro museo verdiblanco cerca de ese pequeño trofeo de hace cien años.
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