Diez años de una gestión global y de crecimiento en el Betis

Fue unos meses después de la consecución de aquel ascenso, en septiembre de 2015, tras un proceso judicial que levantó las medidas cautelares sobre las acciones del club, Ángel Haro y José Miguel López Catalán, bajo la candidatura «Ahora Betis Ahora», ganaron la Junta General Extraordinaria de Accionistas con un apoyo masivo del beticismo. En febrero de 2016, Haro asumió oficialmente la presidencia, marcando el comienzo de un proyecto ambicioso centrado en el crecimiento deportivo, la profesionalización institucional y la modernización de las infraestructuras. Su visión era clara: adaptar un club histórico a los estándares del siglo XXI, devolviendo a los aficionados el protagonismo y situando al Betis en la élite del fútbol español. La promesa de ambos dirigentes era claro, «hacer felices a los béticos», y a todas luces se puede afirmar sin ambages que poco a poco lo están consiguiendo

Sin embargo, el camino no fue sencillo. La temporada 2015-16, la del regreso en Primera, estuvo marcada por altibajos e irregularidad en cuanto a los resultados. La empezó Mel en el banquillo pero en enero de 2016 fue despedido. Tomó las riedas del primer equipo bético Juan Merino, que acabó manteniendo al equipo con relativa tranquilidad al final del curso. En la siguiente campaña, la 16-17 hubo hasta tres entrenadores (Poyet, Víctor Sánchez del Amo y Alexis) y la deriva deportiva llevaba a pensar que el Betis podía volver más pronto que tarde a bajar a Segunda. Sin embargo, la llegada de Quique Setién en la temporada 2017-18 supuso un primer punto de inflexión. Su estilo de juego basado en la posesión y el control llevó al Betis a lograr 60 puntos y un sexto puesto, clasificándose para la UEFA Europa League, un hito que reafirmó las aspiraciones del proyecto. Momentos memorables como la victoria ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu y la goleada 3-5 al Sevilla FC en el Sánchez-Pizjuán quedaron grabados en la memoria de los béticos.

El experimento fallido en la temporada 19-20 de Rubi, trabajador como él sólo pero que no logró hacerse con el plantel y tampoco supo entender la importancia que significa entrenar en el Betis, llevó a los dirigentes a apostar por fin de verdad por un entrenador, y llegó Manuel Pellegrini. No aseguraba nada y aún había que ver el rendimiento que el chileno daba al frente del equipo, pero su experiencia y trayectoria podían comenzar a entrever lo que posteriormente ha sido: la consolidación deportiva del primer equipo bético.

Bajo su dirección, el Betis no solo se ha asentado en la zona alta de LaLiga, sino que ha logrado un título, como la Copa del Rey de 2022. Era el tercer entorchado del torneo copero conseguido por el club heliopolitano, con un Juan Miranda, espectador de excepción en Breslavia tras la celebración de la Coppa Italia que ha ganado con el Bolonia, decisivo en la tanda de penaltis. Y que ha alcanzado, hasta el momento, su primera final europea, eso sí, sin el título soñado y deseado por todos los béticos. La punta del iceberg, por ahora, en lo que a la gestión deportiva de Haro y Catalán se refiere. Han sido dos momentos importantes en los que se ha podido vivir y disfrutar la unión existente entre el club, la plantilla y todo el beticismo. El presidente, por ejemplo, ya lo dijo tras ganar el título copero en 2022: «Esta Copa es de todos los béticos, sin personalismos».

Pero es que además, con Pellegrini en el banquillo y siempre en el consensuado trabajo con Haro, Catalán y el grupo de profesionales que forman parte del consejo de administración, el CEO Ramón Alarcón y el director deportivo Manu Fajardo, el Betis ha conseguido cinco clasificaciones seguidas para las competiciones continentales el primer equipo verdiblanco, otro hito deportivo en la entidad nunca antes conocido, cuatro para la Europa League y una para la Conference. En esta década, el Betis ha pasado de la inestabilidad a la consolidación. La visión de Ángel Haro y José Miguel López Catalán, respaldada por una afición incondicional, ha situado al club en un camino de crecimiento, fiel a su lema «viva el Betis manquepierda».

No menos importante en estos diez años ha sido el plan de modernización de las infraestructuras de la entidad heliopolitana. En 2017, se inauguró la nueva grada de Gol Sur del estadio Benito Villamarín, aumentando su capacidad a poco más de 60.000 espectadores, lo que lo convierte en el cuarto estadio más grande de España. Además, en noviembre de 2023, el club dio un paso trascendental para su cantera con la inauguración de la primera fase de la ciudad deportiva Rafael Gordillo en el término municipal de Dos Hermanas. Este complejo de 209.000 metros cuadrados, nombrado en honor a la leyenda, se ha destacado como modelo de sostenibilidad y eficiencia. Haro llegó a expresar que «De estos campos saldrán grandes deportistas, pero también personas con valores».