Romario visita a Antony y alucina con el ambiente de todo un Betis finalista de la Conference League

Ignacio Liaño Bernal

Sevilla

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10/05/2025
Actualizado 12/05/2025 a las 00:35h.

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En la jornada del pasado viernes en paralelo a la llegada de todo el equipo de abrochar el pase a la final europea en Florencia, el estadio Benito Villamarín fue testigo de excepción de un encuentro muy especial entre dos nombres sin los que no se entiende el fútbol brasileño a lo largo de su historia, tanto del pasado como del presente y futuro en el segundo de los casos: Romario y Antony dos Santos se citaron pocas horas después de que el Betis sellara ese su sitio en la final de la Conference League, donde le aguarda el Chelsea de Maresca, dada la condición de entrevistador del legendario exdelantero del Barcelona, que quiso desplazarse hasta España para conversar con el futbolista nacido en Sao Paulo.

Quiso alcanzar Sevilla el equipo de producción de RomarioTV, que es como se denomina el canal de Romario, que más allá de estas contribuciones en materia de comunicación deportiva hoy por hoy se desenvuelve como Diputado General y Senador Feneral de Río de Janeiro. No esperaba Romario que iba a llegar en un día verdaderamente festivo para los verdiblancos, que igualaron pocas horas antes frente a la Fiorentina (2-2) y el resultado de la ida les permitió poner su nombre por vez primera en una final europea como es la de la Conference, a disputar el próximo 28 de mayo en Breslavia, Polonia. Estuvo muy pendiente de todo lo que aconteció en ese balcón de Preferencia un Romario que vio uno a uno cómo de enchufada está la plantilla heliopolitana tras quedarse a un paso de levantar el primer torneo continental de toda su historia.

Antes o después de esa estampa posaron en el césped del Villamarín Romario y Antony, con una camiseta cada uno, ambas del Betis: por un lado la del mítico exfutbolista azulgrana, con el once a la espalda. Nada menos que todo un campeón del mundo con Brasil en 1994 y uno de los goleadores más importantes de siempre del citado país sudamericano; por otro, con su número siete, una estrella emergente como es la de Antony, cedido desde enero en el Betis, donde está explotando su mejor versión tanto en goles como en desequilibrio después de que el Manchester United pagase por él al Ajax de Ámsterdam la friolera de cien millones de euros. Ahora es el Betis quien lo disfruta y él tuvo palabras hacia quien para él es toda una referencia en su país y fuera de él: "¡Qué honor darte la bienvenida aquí, ídolo, en este momento tan especial de mi vida! ¡Gracias por el encuentro, el cariño y las palabras! ¡Leyenda!", escribía en su red social X Antony.

No constaban en principio declaraciones en dicho programa de RomarioTV del extremo verdiblanco, hasta que en un vídeo posterior ambos ponen nombre y apellido a la pequeña representación de un hipotético equipo internacional plagado de estrellas. Tras recordar Romario aquella legendaria cola de vaca en el Clásico ante el Real Madrid de 1994, Antony es quien elige primero en la portería, apuntando a Diego Alves, exportero del Valencia y uno de los mejores parapenaltis que ha tenido visto nunca España, entre otros; Romario elige a Roberto Carlos de entre todos los defensas del mundo y Antony se rinde a Ronaldinho, su ídolo, en el centro del campo, uno de los mayores talentos que ha dado el mundo del fútbol. Se desatan las risas en el césped del Villamarín cuando Romario se escoge a sí mismo como mejor delantero de todas las épocas.

Antony sigue asegurando sentirse agradecido por cómo llegó y se adaptó al Betis y anda deseoso por hacer historia con el Betis en tierras polacas por más que sea el competitivo Chelsea el que esté enfrente. Así lo declaró al menos a Jorge Valdano en una entrevista previa a la vuelta de las semifinales contra la Fiorentina, donde se vuelve a poner de manifiesto el creciente interés que Antony está suscitando en todos los focos mediáticos de diversa índole. Un abrazo era la antesala al diálogo entre dos de los grandes nombres del fútbol brasileño con el Betis como telón de fondo en una jornada tan especial como fue aquélla tras el pase a esa última cita que todos quieren jugar en la Conference.