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Mayo Festivo

Sábado de Feria en Córdoba, cuando nadie piensa en descansar

La jornada cuenta con casetas repletas desde antes de la hora del almuerzo y un ambiente festivo constante en la zona de la portada

La historia de la Virgen de la Salud cumple 360 años con una misa flamenca

Córdoba enciende su Feria como culmen a un mayo espléndido

Tres jóvenes junto a la portada de la Feria de Córdoba Valerio Merino

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En la portada de la Feria de Córdoba, una pareja que cumple 20 años de casados reciben entre cantes los discursos de felicitación de sus familiares, todos vestidos con trajes típicos. Miles y miles de personas, desde los elegantes con chaqueta y corbata perfectamente peinados hasta los que van más cómodos, y por supuesto, el estallido de colores de las mujeres en traje de flamenca.

Todos ellos se alarman cuando pasa una calesa con dos espectaculares corceles negros que no paran de relinchar en su recorrido. Es el carácter abierto y variado de la Feria de Nuestra Señora de la Salud, una de las más importantes de España, dispuesta a vivir su primer sábado, una de las jornadas que cuentan con más asistencia de público, sobre todo de la capital.

La Feria cuenta este año de nuevo con un testigo de excepción: las obras del tanque de tormentas en la Zona de Miraflores, que amenazan con incorporarse al concepto cordobés 'Obras del murallón', por aquellas que se prolongan y parecen no tener fin. Las vallas metálicas que protegen los trabajos hacen que se estrechen los accesos a pie o en bici hacia el recinto ferial, por lo que las bullas generan numerosos tapones.

De hecho, el año pasado supusieron en ocasiones la caída de la valla de la zona de los taxis por aglomeración de público y falta de espacio. Hay que estar atentos, por tanto, a las personas que vienen por Compositor Rafael Castro, que en esta ocasión han supuesto un goteo constante pero no problemático, al igual que las que llegan al ferial por el puente de El Arenal.

Fotografías

Por toda Córdoba se producía la clásica escena: paradas de autobús atestadas de personas dispuestas a subirse a vehículos indefectiblemente repletos. La novedad en el guion la ha puesto este año el Ayuntamiento, al colocar junto a la portada diez macetas con gitanillas artificiales gigantes.

Por el aspecto chocante de estas particulares flores se podría creer que en cualquier momento una de ellas iba a arrancarse por bulerías. Convertido en un inmenso estudio fotográfico en el que se combinaban selfies, directos de influencers y fotos para los medios de comunicación, esta zona en la que se reproduce la Mezquita-Catedral era un hervidero en el que la gente ya empezaba a buscar las primeras sombras. Y es que el tópico acompañamiento «de justicia» ya se le podía aplicar al sol.

Con temperaturas cercanas a 30 grados, los trajes de flamenca ceñidos y enteramente negros, sin lunares, que llevaban dos amigas, Teresa y Puri, suelen ser poco habituales en la Feria de Córdoba precisamente por el calor: «Llevábamos un tiempo queriendo ponernos un traje así, porque da una sensación de elegancia enorme en comparación con los más habituales, es como si fueras a la feria en traje de noche», han comentado.

Con las reservas agotadas, sólo había un poco de claridad en la zona más abierta de la calle Guadalquivir

Poco antes del almuerzo ya había algunas casetas repletas, y otras rebosantes, como La Trabajadera, donde ya no se podía ni entrar. Observando desde fuera por si quedaba algún hueco se encontraba un grupo de amigos cordobeses, Juan, Toni, Fernando, Ágata, Sonsoles y Rocío. «Venimos de otra anterior donde tampoco hemos podido entrar, así que vamos a tener que seguir probando, porque hoy nuestra idea es llegar a la noche... o hasta donde podamos».

Con reservas repletas hasta bien avanzada la semana, el panorama solamente estaba algo más despejado en las casetas más grandes y generalistas de la calle Guadalquivir. El resto iba de la gran concurrencia a la exagerada por completo. Entre caseta y caseta, el paseo de los carruajes de tradición que aportaban su granito de arena desde el mundo del caballo con su singular elegancia y la estética de sus líneas y adornos.

Del mañaneo, al tardeo y más tarde al ambiente nocturno. Este sábado nadie piensa, ni mucho menos, en descansar en la Feria de Córdoba.

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