Un hombre de 86 años va al programa de Juan y Medio a buscar novia y deja a todos sorprendidos: «Hago siete kilómetros todos los días»
Uno de los invitados de 'La tarde, aquí y ahora' deja impactado al público con su implacable rutina mañanera
El dardo de Eva Ruiz a Juan y Medio por las tareas del hogar: «Y si te gusta, ¿por qué no lo haces?»

La vejez no es sólo una etapa de cierre, sino de nuevas oportunidades. Mantenerse activo, física y emocionalmente, no es solo cuestión de salud, sino de actitud. Así quedó demostrado en el plató de 'La tarde, aquí y ahora', cuando un hombre de 86 años se presentó con una sola misión: encontrar el amor. Y lo hizo dejando una lección de energía, vitalidad y entusiasmo que sorprendió tanto al público como a los presentadores.
«Público, 86 años, y aquí viene dispuesto a buscar pareja», anunciaba entre aplausos el presentador Pepe Da Rosa, dando paso a un invitado que no parecía tener nada que ver con los estereotipos que suelen rodear a la tercera edad.
«Tú te encuentras con ganas de empezar una nueva vida con alguien», le dijo Pepe, con esa mezcla de simpatía y admiración que caracteriza al programa.
Y la respuesta del protagonista, sin titubeos: «Yo estoy muy ilusionado. Tengo el corazón muy joven todavía.»
@latarde_rtva VIDA SALUDABLE espíritu jove #andar #ganas @Eva Ruiz @pepedarosa7 @Canalsur @canalsurmas ♬ sonido original - LATARDE_RTVA
El invitado enseguida dejó claro que su vitalidad no era solo emocional.«Sabemos que estás en forma, te levantas muy temprano y te pones a nadar», comentaba el presentador, dejando entrever que la rutina de este hombre no es precisamente la de un jubilado sedentario.
«Me han dicho que te haces siete kilómetros en 54 minutos», añadió Da Rosa, con una mezcla de asombro e incredulidad. La respuesta fue tan rotunda como su estado físico: «Hago siete kilómetros todos los días.»
Y por si eso fuera poco, lanzó un dato que dejó al plató en silencio por un segundo: «Tengo 4 horas y 47 minutos en 50 kilómetros, en competición de España.»
Este hombre no solo busca una compañera con la que compartir el día a día, sino que encarna un modelo de envejecimiento activo que rompe moldes. Su paso por el programa fue una demostración clara de que tener 86 años no implica ni renunciar al amor, ni dejar de moverse, ni perder la ilusión por lo que está por venir.
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