punto de vista
Dialogar es posible
Vox no tiene voces territoriales, tiene enviados de Madrid que repiten las consignas del líder nacional
Incertidumbre
No es un trámite

Casi todo en la vida política ha sido devorado por el huracán Trump. Su alocada carrera arancelística ha puesto el mundo patas arriba y en todos los espacios para la política se debate y se piensa cómo afrontarlo. Sí habrá sido fuerte el terremoto que ... hasta los irreconciliables se han reconciliado para trabajar juntos y solo quedan al margen quienes se alimentan de postularse como diferentes, como modelo de rectitud y de hacer bien las cosas cuando, lamentablemente, es todo lo contrario.
Tras la reunión mantenida por el presidente de la Junta con los grupos políticos en las Cortes, todos menos Vox, que se automargina para dar la nota, se ha evidenciado que los grupos pueden hablar, que hay discrepancias, pero que los acuerdos son posibles. Es verdad que no salen todos plenamente satisfechos y que acusan a la Junta de no escuchar muchas de sus propuestas, pero esto también es parte del proceso de diálogo y mucho más cuando estamos a un año de unas nuevas elecciones. Pero hay consensos posibles, postura de comunidad en la lucha contra los aranceles de Trump o buscar el máximo acuerdo para la Ley de Violencia de Género.
Vox dice que si es llamado para hablar de los aranceles irá, si la lucha común va en serio. Sólo el planteamiento ya descalifica al partido que lo hace, porque solo hay que mirar lo que está pasando en los mercados financieros estos días para ver la gravedad de la arbitraria política del presidente de los EEUU, que no solo perjudica a Europa gravemente, sino que ya empieza a perjudicar a los propios ciudadanos americanos. Vox no tiene voces territoriales, tiene enviados de Madrid que repiten las consignas del líder nacional, que incomprensiblemente sigue alineado con las políticas trumpistas. A quienes se les llena la boca de patriotismo, no dudan en plegar sus intereses a costa de los de sus compatriotas y si no que le pregunten a la industria de la automoción o la agroindustria de la comunidad, grandes perjudicados de los aranceles, para comprobar que nos estamos jugando mucho. Vox apuesta cada vez más por la radicalidad y estar al margen de todos. Allá ellos y su estrategia, puede que a corto les pueda ir bien, pero a quien no le va a ir bien es al territorio al que dicen defender. Siempre con la boca pequeña y supeditado a sus intereses.
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