Alumnos madrileños tras el primer día de la PAU: «Nos parece injusto que no sigamos todos las mismas reglas. Nos quedamos sin plazas»

Con más de una hora de antelación comenzaban a llegar los primeros estudiantes al campus de Moncloa de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), la que más alumnos acoge para la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU). No es día de tentar a la suerte y Metro de Madrid lo ponía difícil con el corte parcial de la línea 6 entre Méndez Álvaro y Moncloa por las obras de automatización de la circular. Sin embargo, no se ha registrado ninguna incidencia, tal y como ha confirmado esta mañana la vicerrectora de Estudiantes de la Complutense, Rosa de la Fuente.

Los nervios que transportaba la hilera de jóvenes que repasaban en voz alta mientras caminaban por la avenida Complutense en dirección a las facultades donde se les había citado se diluyeron por completo una vez dejaron el bolígrafo sobre la mesa y entregaron el primer examen.

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Las gritos eran de felicidad a la salida y los llantos, consolados por los profesores que acompañaban en el «momento más esperado de todo el año» a sus alumnos, eran solo para liberar tensión. «No ha caído ninguna sorpresa ni ha habido ninguna pregunta rara. Ellos mismos dicen que es muy complicado que te salga mal un examen así», explica a este periódico una de las profesoras de Lengua y Literatura del Colegio Santa Catalina de Sena, situado en el madrileño distrito de Chamartín.

A pesar de un ambiente general relajado, los alumnos no evitaban recordar que los exámenes en la Comunidad de Madrid eran más duros que en otras regiones. «Nos parece injusto que no sigamos las mismas reglas. Estamos en desventaja con las penalizaciones por las faltas de ortografía», expresa Arturo, que también lamenta que al no haber un examen único acaben perjudicados para conseguir una plaza en una universidad madrileña frente a alumnos que se han examinado en otras comunidades autónomas.

Aliviada por haber tenido tiempo suficiente para repasar, María asegura haber puesto especial atención en releer los folios que había escrito y revisar las posibles faltas de ortografía que podría haber cometido. El nuevo modelo puesto en marcha este año señala que estas faltas podrán bajar la nota hasta un 10% (un punto). El porcentaje de penalización se eleva hasta el 20% (dos puntos) en los exámenes de Lengua castellana o las lenguas cooficiales.

Pero también los ejercicios de la nueva Selectividad deben tener un enfoque menos memorístico y más «creativo» y sólo un 30% de las preguntas podrán ser de respuesta cerrada. Asimismo, también se ha reducido la opcionalidad y tan solo se puede elegir entre un único modelo de examen cuando hasta ahora se podía elegir entre dos opciones, favoreciendo a estudiarse solo una parte del temario.