Seis niñas ratifican en el juicio los tocamientos de un profesor cuando salían a la pizarra en un colegio de Madrid
El fiscal solicita doce años de prisión por delitos de agresión sexual
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Seis alumnas de Quinto de Primaria de un colegio concertado de la capital han ratificado en el juicio los supuestos tocamientos sufridos a manos de un profesor entre octubre y noviembre de 2022 en la propia clase cuando salían a la pizarra, en los baños y durante el recreo.
J. M. M. se ha sentado en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Madrid por la presunta comisión de delitos de agresión sexual a niñas de 10 y 11 años. El fiscal solicita una petición de 12 años de prisión, mientras que las acusaciones elevan la pena a casi 18.
El acusado declarará este miércoles cuando concluya la prueba a petición de su defensa, si bien al inicio del juicio se ha mostrado disconforme con la acusación que formula el fiscal y las cuatro acusaciones particulares personadas en el procedimiento.
En la vista, se ha reproducido la prueba preconstituida que realizó el Juzgado de Instrucción número 32 de Madrid a las niñas en una cámara Gessel con la jueza y con un psicólogo. En este tipo de exploraciones, se usa un espacio acondicionado para que los menores eviten su revictimización.
Las niñas relatan en la prueba que J., que era su tutor, les tocaba los pechos en la misma clase y cuando salían a la pizarra les bajaba la mano por la cintura para felicitarlas, entre otro tipo de tocamientos.
Los hechos se prolongaron durante varios meses de ese curso, y las menores lo comentaron entre ellas, sin mencionar nada a sus profesores o a sus padres al tener miedo, pese a sentirse incómodas.
Fue una profesora sustituta la que tuvo conocimiento de lo que ocurría cuando se lo dijeron las niñas aprovechando que el acusado no había ido ese día a clase. Cuando el centro conoció los hechos, el docente fue apartado.
«Casi siempre hacía lo mismo cuando salíamos a la pizarra o nos corregía los deberes en su mesa», comentan a la jueza. También los abusos se producían en los recreos, en los baños del colegio o en momentos en los que el docente les explicaba matemáticas a solas cuando necesitaban ayuda.
Las niñas coinciden en comentar que el profesor siempre estaba mucho con las chicas y que a los niños los regañaba por cualquier cosa y les gritaba a menudo.
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