Mark Rutte, un hábil y austero negociador para liderar la OTAN en un momento crítico por el desafío ruso

El liberal Rutte, profesor e historiador nacido en La Haya hace 57 años, se ha desempeñado como primer ministro de los Países Bajos desde 2010. Mientras estudiaba en la universidad, formó parte de la Junta Directiva de la organización juvenil del Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD por sus siglas en neerlandés), una formación liberal de centroderecha que Rutte llegó a liderar desde 2006 a 2023. Hábil negociador y de carácter cercano, ha sabido labrarse un prestigio en las procelosas aguas políticas europeas, aunque no siempre ha convencido a todos (por ejemplo a Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, a quien finalmente dio coba para hacer las paces).

Conocido como 'Teflon Mark' (teflón: polímero muy resistente al calor y a la corrosión, usado en muy diversos campos, como medicina e ingeniería, y en utensilios de cocina) por su habilidad para escapar indemne de los problemas, su apostolado de la austeridad europea le procuró tensiones con los países del sur de Europa.

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Sus cuatro gobiernos no han estado exentos de polémica, sobre todo en los últimos años. Durante la pandemia de Covid-19 , se opuso a que la Unión Europea organizara una ayuda financiera para los países más afectados, antes de acceder por presión de sus aliados europeos.

En abril de 2020, en lo peor de la pandemia, toda Europa pudo ver en un vídeo el diálogo que Rutte mantuvo en la distancia con un camionero de su país que le pedía abiertamente que no diera dinero ni a españoles ni a italianos. «¡No, no, no!» fue su respuesta, que ya anticipaba cuál sería su posición en estas históricas negociaciones para la puesta en marcha del fondo de recuperación para los países más afectados por el virus. En Holanda no es difícil cruzarse con los dirigentes políticos por la calle y Rutte es bien conocido.

En enero de 2021, el Gobierno de coalición dimitió en bloque a raíz de un escándalo por los errores cometidos en la retirada de ayudas públicas a 26.000 familias y las acusaciones de xenofobia en los criterios aplicados. Pero dos meses después, Rutte volvió a ganar las elecciones, demostrando una vez más su habilidad para flotar como un corcho.

Desde su oficina ha sido testigo de importantes transformaciones en el país y ha visto también la sucesión de la reina Beatriz por su hijo Guillermo Alejandro, la primera de una serie de abdicaciones en algunas de las monarquías europeas. Él solía ir en bici desde su oficina al palacio real, un gesto que simboliza bien su apego a la austeridad también a través de cosas aparentemente simples. Por no tener, no tiene más que un viejo coche, un Saab de los años 90 que, según se dice, compró de segunda mano.

Soltero empedernido, vivió con su madre hasta su fallecimiento en 2020. Coleccionista de balones de fútbol, era no solo uno de los jefes del Gobierno holandés que ha permanecido más tiempo en el cargo, sino también uno de los más veteranos miembros de Consejo Europeo.

El nombramiento de un nuevo secretario general de la OTAN requiere el consenso de los 32 países miembros. La designación de Rutte se formalizará de aquí a la cumbre prevista en julio por la Alianza en Washington.