lente de aumento
Alegría y López, mucho que responder (y callar)
La ministra y el ministro se pueden ofender, victimizar pero, oigan, el asunto Ábalos les atufa a los pies de la cama
La sobrinita 'fake' y el hermanito zen
Adolescencia, qué miedo
A mí me ha pasado. Era muy joven. Un gamberro con las hormonas desatadas y las neuronas, de haberlas, en letargo. Nos largaron de varios hostales por las quejas, absolutamente justificadas, del resto de huéspedes. Fue por griterío y etílicas exaltaciones de la amistad. Nada ... de prostitutas, no compartimos gustos con el exministro Ábalos. Bastó la advertencia a la Policía para que la comitiva de espantajos acabáramos durmiendo la mona en la playa.
Supongo que los vecinos de habitación que se quejaron en recepción debieron de actuar como el común de los mortales ante una chavalería mononeuronal: «O los largan o los que metemos un paquete a la dirección somos nosotros. Ya me están facilitando el libro de reclamaciones». Y así. Lo normal, lo natural, lo lógico, salvo que el sátiro desahogado sea uno de los suyos, uno que arrima cebolleta al poder. Entonces, por mucho que se indigne la ministra portavoz, la cosa cambia. Lo que se denuncia es que se denuncie. Que se pregunte si en su condición de delegada del Gobierno durmió en el mismo parador que el ministro Ábalos y sus meretrices, no a los pies de la cama, pero puede ser que sí a los pies, señoritoooooo, del ministro. La respuesta, tramposa, de Pilar Alegría es que cómo nos atrevemos a preguntar si pernoctó en el parador de Teruel.
Pues sí, Pilar. Hay que preguntar en modo interrogatorio periodístico. Digo yo que puede ser que no oyeras nada, que tu sueño sea tan profundo que ni risas, ni gemidos, ni carreras, ni alborotos nocturnos te desvelen. Dormir bien es una bendición y, si ese es tu caso, pues oye, mi envidia sincera desde mis perpetuas noches en vela. Pero cuesta creer que nada supieras, ni tú ni el entonces presidente de Paradores, de las presuntas barrabasadas de Ábalos. Y seguro que entenderéis que más de uno recele y que después de aquello, con destrozos incluidos, uno se pregunte si tú y Óscar López decidisteis callar lo que seguro os llego de las andanzas de vuestro entonces superior y siempre compañero de partido. De ser así, sigo maliciando, unas preguntitas. El presuntamente va de suyo, claro:
—¿Tuvo algo que ver vuestro silencio con el posterior ascenso gubernamental?
—¿Se os puede calificar de corruptos por omisión, porque callasteis ante José Luis 'Torrente' Ábalos?
— Si es así, si el caso lo hubiera protagonizado un pepero o un voxero, ¿habrías montado una manifestación, pedido su dimisión?
— Ergo podríamos decir que sois pelín hipócritas y muy sin... vergüenzas.
—Por cierto, si intervino un operativo policial, ¿depende de Pilar Alegría, delegada del Gobierno, que nunca se conozca el contenido del informe?
—¿Los destrozos los abonó Ábalos o se hizo cargo Paradores? Porque si fue Paradores entonces la juerga del exministro se la han cargado a todos nosotros.
Ves, Pilar, hay mucho que preguntar y tú mucho que responder.
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