Los errores del 'PISA español': «Las preguntas sobre superhéroes no son para 2ºde la ESO»
Varios inspectores de Educación han denunciado incidencias en las pruebas de Evaluación de Diagnóstico realizadas por casi un millón de alumnos de 4º de Primaria y 2º de ESO en la mayoría de comunidades
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El curso académico 2024-2025, ya concluido, ha sido el segundo consecutivo en el que los estudiantes españoles de 4º de Primaria (entre 9 y 10 años) y de 2º de la ESO (entre 13 y 14) se han sometido a las ... llamadas Pruebas de Evaluación de Diagnóstico, que no tienen consecuencias académicas. La Lomloe, conocida como ley Celaá, obliga a las consejerías de Educación a realizar al menos cada dos años estos exámenes en las asignaturas de Matemáticas, Lengua Castellana y Lengua Extranjera. Es algo así como un informe PISA a la española, con el matiz de que participan todos los centros y no una muestra representativa de cada comunidad.
Los resultados de estas evaluaciones, a las que se han sometido casi un millón de alumnos, persiguen una mejora en la calidad educativa a nivel nacional. Si, por ejemplo, hubiera una región con unos números destacados sobre el resto en Matemáticas, estas pruebas servirían para que en diferentes autonomías con peores resultados se pudiera imitar el modelo que está funcionando en otros colegios. Sobre el papel, estas pruebas también se podrían emplear –en un país que no destaca por su capacidad para medir los resultados educativos– «como una fuente de información útil para diagnosticar problemas y un complemento al informe PISA», refiere el experto educativo de EsadeEcPol, Lucas Gortázar, a este periódico.
«Luego aflorará la verdad, el batacazo. La prueba debería ser igual en toda España para ser útil»
Marío Gutiérrez
responsable educación de CSIF
Sin embargo, el hecho de que cada comunidad autónoma plantee sus propias pruebas de evaluación, como denuncian desde el sindicato CSIF, provoca que estos exámenes sirvan «para más bien poco». Sobre todo, alertan, porque a las consejerías les interesa obtener los mejores resultados posibles. «Luego, en PISA, aflora la verdad, el batacazo. Creemos que la prueba debería estar centralizada, igual para todos», apunta Mario Gutiérrez, responsable de Educación del citado sindicato.
La falta de uniformidad en estas pruebas, que recuerda a la vieja crítica a la Selectividad, ha llevado a un grupo de inspectores de Educación a denunciar lo ocurrido en la prueba de Lengua y Literatura en varias provincias de Andalucía. Estos inspectores, que prefieren mantenerse en el anonimato, creen que hubo un intercambio entre los exámenes para los alumnos de Primaria y los de Secundaria. «La prueba de comprensión oral para los de 2ºESO era sobre un superhéroe, en cambio la homóloga para los de 4º de Primaria tenía la diversidad como temática», afirman a ABC. Este diario ha podido comparar ambos documentos y constatar que el nivel exigido a los chavales de 14 años es bastante inferior al exigido a los de 10. «¿Cómo se llama la ciudad en la que vive Rayo Flash?» es una de las cuestiones para adolescentes que se encuentran a mitad de la Secundaria.
Una pregunta sobre diversidad para estudiantes de 4º de Primaria
En contraste, las cuestiones dirigidas a los alumnos de Primaria requieren de cierta capacidad de interpretación e incluso la temática, la diversidad, es más compleja: «Cuando se dice que somos como piezas de un puzle, ¿qué crees que quiere decir?» Entre las respuestas figuran: a) que tenemos que hacer más puzles b) que cada uno es diferente pero encajamos en sociedad c) que todos somos iguales d) que los puzles deben hacerse cuando somos pequeños, para encajar mejor. «Los alumnos de 2º de la ESO, como norma general, realizaron muy rápidamente la prueba, sobrando mucho tiempo de los 60 minutos previstos», indica un inspector a ABC.
Estas mismas fuentes también se quejan de que los exámenes para estudiantes con adaptación curricular significativa eran prácticamente iguales a las del alumnado sin adaptación. Por último, estos profesionales notificaron que las pruebas de Inglés para los chavales de 4º de Primaria eran de «excesiva dificultad».
Este periódico ha preguntado a la Asociación de Directores de Institutos de Andalucía por el bajo nivel de las pruebas para 2º de ESO y aseguran que «en ningún caso tienen esa sensación». Por su parte, desde la Federación Española de directores de centros de Infantil y Primaria (Fedeip) sí confirman el elevado nivel de la prueba de Inglés para 4º de Primaria. «El Ministerio de Educación establece unos indicadores para plantear las pruebas, pero lo que exigimos es que haya una estandarización, porque los exámenes hoy por hoy no sirven para mejorar la enseñanza», indica Jorge Delgado, su presidente.
El batiburrillo autonómico lleva a que, por ejemplo, el País Vasco no realizara las pruebas de diagnóstico a sus alumnos ni este año ni el pasado. «El curso que viene habrá una prueba para 4º de ESO y 6º de Primaria, es decir, al final de cada nivel, y será muestral. Eso sí se podrá asemejar a PISA», explica Gortazar. El del curso 2023-2024 fue el primer diagóstico que hizo el Gobierno desde el año 2009, cuando José Luis Rodríguez Zapatero era presidente del Gobierno. Pero si no hay homogeneidad, estas pruebas ayudarán lo mismo que si no se hicieran.
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