CRítIca De:
'Arderá el viento', de Guillermo Saccomanno: nuevo infierno dantesco
NARRATIVA
El autor porteño se entrega a una fuerza expresiva de frases contundentes y con indisimulada fiera, en esta obra que se ha alzado con el Premio Alfaguara de Novela 2025
Otras críticas del autor
Guillermo Saccomanno construye una historia en un lugar concreto de playa virgen cercano a Mar de la Plata, en Argentina. Es trama que va creciendo en torno a un hotel arcaico y decadente, de nombre Habsburgo, porque a esa dinastía europea dicen pertenecer ... su propietario el príncipe (conde, marqués o barón) húngaro Esterházy y su esposa que luego sabremos se llama en realidad Judit Rosemberg, pero que aparece como Monique Dubois, y de modo simplificado Moni.
Traza Saccomanno desde tal inicio de oscuros arcanos judíos centroeuropeos emigrados a Argentina, una dudosa línea de falsificaciones, como si nada en esa aldea de la costa argentina fuera ya lo que parece ser, subsumido todo en la atmósfera de corrupción atávica que lo impregna todo, tanto la vida sexual de hondas perversiones, como las políticas asimismo perversas que representa la figura del Greco, gobernador que se enriquece con turbios negocios inmobiliarios de planificación turística de la costa virgen, aliado a mafias de la droga.
NOVELA
'Arderá el viento'

- Autor Guillermo Saccomanno
- Editorial Alfaguara
- Año 2025
- Páginas 235
- Precio 19,90 euros
Le sirve Barroso, comisario de la policía, que es su esbirro y apenas se le opone algo un decadente periodista, Dante, director del periódico local 'El Vocero' que cada vez lee menos gente. El lector va entrando en un friso compuesto a modo de retazos en una estructura de viñetas con ciento veintiséis capítulos de un par de páginas cada uno, en que se narran sucesos y escenas ocurridas a una veintena de personajes.
Lo más importante que en esta novela sucede es la aventura del lenguaje, pues Guillermo Saccomanno se entrega a una fuerza expresiva de frases cortantes, contundentes, con una indisimulada fiereza tanto en la composición de la línea, como en el vocabulario plagado de argentinismos de un lenguaje popular puesto al servicio tanto de escenas soeces, como de una creciente animalidad de los comportamientos.
La educación y el arte se han visto sobrepasados por la violencia estructural
En esta novela impera la oscilación entre dos dualidades: todo lo domina el sexo y la violencia, es más la escena erótica, muy al modo del marqués de Sade, suele ser una manifestación vicaria del poder y sometimiento del otro. Es Moni, quien orquesta la mayor parte de las escenas de violencia sexual en el ejercicio de su escritura, pues quiere remedar la composición de un 'best seller' a imitación de 'Cincuenta sombras de Grey'.
Lo curioso es que la única forma de manifestación erótica que podríamos llamar pura y que remeda escenas poéticas de adolescentes enamorados, sea la que mantienen en incestuosa promiscuidad naciente los hijos de los Esterhazy, Laslo y Aniko. Otra dualidad que cruza la novela se da entre las formas artísticas que quiere sostener la pianista Elsie, que ve pronto inutilizada su mano derecha por el golpe que su discípulo Lazlo le propina con la tapa del piano.
Jaurías de perros abandonados son por otra parte sacrificados por jaurías paralelas de adolescentes rebelados en armas, que desatan a su vez la irracional violencia policial. Conforme va avanzando la trama el lector advierte un sentido metaliterario. En el fondo lo que aquí se representa adopta la forma de una alegoría dantesca, pues aparecen dos personajes con el nombre de Dante y su auxiliar Virgilio, cronistas que son del nuevo 'Infierno' en esta comedia de la costa argentina semejante en todo al 'Inferno', del que no se puede salir.
De hecho, el final de la trama apunta a una circularidad en que los que vienen a castigar los abusos perpetran ya planes de continuación de ellos. Envidia, rapiña, voracidad, animalidad del deseo, incluso en el inocente Tobi, el jardinero de bien dotados atributos de masculinidad del que se sirve Moni. Nada escapa en esta novela al horror de una condición animal en forma humana, puesto que los elementos de la racionalidad que podrían haber sido la educación y el arte se han visto sobrepasados por la violencia estructural.
Violencia de la política en el primer caso y decadente amaneramiento de una estirpe condenada, como la centroeuropea cuyos modelos de comportamientos cívicos o artísticos se revelan remedos inservibles en la selva de la costa del Mar de La Plata. Hay en esta excelente novela de Saccomanno una reflexión latente sobre la inútil importación de la cultura de la burguesía ilustrada convertida en pasto de sexo, alcoholismo, droga y violencia. La condición humana de nuevo, solo que en el Nuevo Mundo.
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