Simon Hanselmann: «Drogarse puede ser bastante aburrido y cutre»
Fulgencio Pimentel publica por fin en España la esperada antología 'Café Romántica' con lo mejor de la serie de cómic 'Megg, Mogg y Búho'
Daniel Clowes: «Fui el primero que odió el peinado mullet. No había una palabra para eso»

Papiroflexia genital, tripis con la cara de Larry David, bromas sobre consentimiento sexual, Simon Hanselmann (Tasmania, 1982), es una leyenda del tebeo 'underground' por su falta de melindres como muestra 'Café Romántica' (ed. Fulgencio Pimentel), la esperada antología con las mejores historias ... de su popular serie 'Megg, Mogg y Búho'. Hablamos de una 'sitcom' en viñetas cuyos 'protas' son drogadictos, ni-nis, depresivos y apáticos marginados. Algo así como 'Friends' pero en un vertedero y dirigido por un genio del chiste cafre.
-'Café Romántica' era un lugar real en Melbourne... ¿Qué recuerda de aquel sitio?
-Dios, hace tanto… Había siempre alcohol de por medio, lo veo todo borroso. El Café Romántica era un lugar de encuentro de taxistas en la madrugada. Recuerdo los gigantescos New Rocks que calzaban los hijos góticos de los propietarios, que probablemente aún no habían salido del armario, creo que vivían todos encima del local... Había muchas peleas, pero ninguna «interesante», solo eran unos pobres borrachos. Tengo muchos buenos recuerdos bebiendo, fumando y jugando al billar. Su pizza era una pizza de mierda, pero era una buena pizza de mierda, ¿sabes? También hacían su propia cerveza y era más que aceptable.
-'Megg, Mogg...' comenzó en 2011. ¿Fue ardua la selección?
-Lo que ves es lo salvable de la quema. Fulgencio Pimentel añadió un montón de basura extra que no está en la edición americana, incluidas cosas muy espeluznantes. Básicamente, cagamos todos en el suelo y lanzamos la mierda a las paredes. Quedó genial, es una encantadora pared cubierta de mierda y, al mismo tiempo, genuino entretenimiento para las masas.
-«Necesito una pantalla. No puedo soportar el silencio, me derrite el cerebro», dice Megg. ¿Está la gente convirtiéndose en Gollum?
-Probablemente. Los teléfonos son una basura. Mi hija va a un colegio que no permite el uso de móviles. Así que solo leemos, vamos al parque, pintamos, recortamos y cosas así. Sin embargo, a veces, cuando se va a dormir, me siento a mirar el móvil como un zombi y me atiborro de trivialidades y atrocidades deprimentes. Recuerdo cuando internet se convirtió de repente en «lo más» y me iba hasta la biblioteca para usarlo durante lapsos de diez minutos. Después volvía al mundo real aturdido, con el cerebro lleno de cosas que no debería saber y de objetos que deseaba y no podía pagar. Internet es genial para comunicarse y los negocios, pero más allá de eso es una horrible pesadilla, un error sin vuelta atrás para la sociedad y la vida en común.
-Un día, Búho quiere charla política y le callan por 'progre brasas'. ¿Ha habido excesiva hiperpolitización social?
-Claro. Fue horrible. Es horrible. Despolitizar un poco la vida pública sería una delicia. El ritmo es agotador, es imposible estar al día. Y al final lo único que sacamos en limpio es más mala sangre, más agobio y más frustración. Mi consejo es salir de ese círculo vicioso y ponerse a hacer aquello que uno disfruta de verdad. A mí me gusta salir en bici, leer, jugar a videojuegos, pasar tiempo con mi familia, comer bien. ¡No es tan difícil, no seáis memos! A nadie le importan vuestros artículos de opinión ni vuestras columnas ni vuestros declaraciones polémicas de mierda. Estoy harto de ir a movidas artísticas y que todo consista en un agonías que no para de hablarme de Trump o de lo que sea. Cállate ya la puta boca. Suelta el puto teléfono móvil. Basta ya.
-¿Es ver caer a famosos el mayor entretenimiento de la humanidad hoy en día?
-Es un momento horrible para ser famoso. Los buitres vuelan en círculos. Es como si se les pusiera dura atacando y destruyendo a sus semejantes, se ha convertido en una especie de deporte enfermizo, machacar a alguien y, si es posible, dejarlo en el paro. Qué divertido. Los últimos diez años han sido una fiesta. Si algún cerdo viene a por mí e intenta dejarme sin mi medio de vida por alguna tontería, juro que lo perseguiré y le haré tragarse los dientes. Pringados de mierda. Todavía estoy que me subo por las paredes por lo que le pasó a mi colega Ed Piskor, empujado al suicidio por un puñado de gentuza horrible, cubierta por un falso manto de virtud.
-¿Es el aburrimiento el gran tema de 'Megg, Mogg y Búho'? Se aburren hasta de drogarse.
-Bueno, colocarse puede ser bastante aburrido, es bastante cutre... Sí, sin duda hablo bastante del tema.
-¿Le aburría el colegio?
-No tanto, estaba muy ocupado siendo insultado por los pasillos, tildado de «maricón» y recibiendo palos. La verdad es que odiaba el colegio. Solo quería dibujar cómics y hacer espectáculos de títeres y mierdas así. Era el típico 'nerd' alternativo: pelo verde, aro en la nariz, ropa de viejo vagabundo de segunda mano. Antes podías vestirte así sin que eso significara necesariamente que eras un izquierdoso recalcitrante. Ya nada me aburre, cada momento de la vida es un regalo. Apáñatelas para que valga la pena.
-'Megg, Mogg & Búho' es una 'sitcom' en un mundo en el que ya no se hacen en la tele...
-Se siguen haciendo, pero no son muy allá y nadie las ve. Todo se ha fragmentado a causa del 'streaming'. Hay demasiada oferta. Echo de menos cuando sólo había dos canales de televisión y había que currárselo para ver algo que mereciera la pena. Todo era más especial. Ahora tenemos un torrente de basura a medio cocinar y la capacidad de atención de la gente está muy mermada. Estos días estoy trabajando en dos 'sitcoms' para la tele, espero que participen de una especie de renacimiento del género. Lo dudo. La gente sólo quiere ver la bazofia de Youtube y a unos gilipollas bailando en TikTok.
-En una historia, Megg y compañía se emborrachan al lado de la tumba de otro de la panda... Es una hermoso despedida, y los vigilantes les echan.
-Mis simpatías están del lado de los currelas del cementerio en esto. A nadie le apetece encontrarse a un puñado de góticos borrachos, lloriqueando y cagando por todo el recinto. Un cementerio es un lugar muy bello y existe para que las ancianas lloren a sus maridos muertos en paz. Dichosos niñatos arrogantes, cerrad la puta boca y mostrad algo de respeto.
-¿Le pone molestar a todos los 'bandos'? ¿Lo sano es reírse de todo?
-Sí, es mucho más sano reírse de todos. Los esfuerzos censores de la izquierda online contemporánea no me hacen pupa. Que les den a todos en todos los bandos. Panda de idiotas. Espero que los criminales a quienes rinden culto los violen a todos sin excepción.
-¿El punk cambió de 'bando'?
-Algo he oído. Johnny Rotten con una gorra de MAGA, etc. No me molesta, no he jurado lealtad al 'punk'. Creo que es una verdad a medias, es verdad que la izquierda se ha vuelto muy dogmática, muy agresiva, muy poco guay y que, al menos aquí, está apuntalada y apoyada por el 'mainstream' y por los grandes medios de comunicación... Así que sí, puede que dárselas de conservador y dedicarse a hacer ruido en redes suene muy 'punk' estos días. Pero en el fondo es basura. Sus etiquetas y sus quejas no me afectan. Soy un simple esqueleto animado, me levanto y cuido de mi hija y hago mi trabajo. Eso es todo. Así de simple. Los punks son penosos. Una panda de pajilleros reaccionarios sea cual sea el bando con el que pretendan alinearse.
-¿Hay algo de lo que no se atrevería a reír?
-La risa es algo involuntario. Si algo me hace gracia me reiré, no podré hacer nada por evitarlo. ¡Wow, gracias por hacerme tantas preguntas políticas, qué ganas de que la gente que llevó a Ed Piskor a quitarse la vida venga a por mí otra vez! ¡Yupi!
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