Sevilla FC
Un proyecto largo para Cordón, a la espera de Imanol, última bala de Del Nido Carrasco
Pese a que los últimos entrenadores tuvieron contratos cortos, el ahogado consejo de administración ahora cambia de estrategia
El Sevilla FC apuesta por Antonio Cordón para sustituir a Víctor Orta

La temporada 24-25 acabó aparentemente hace una eternidad. Que Joaquín Caparrós no seguiría en el banquillo sevillista era conocido. Igualmente, se entendía por las conversaciones con los actores principales que, aunque su figura había quedado notablemente deteriorada, Víctor Orta tenía opciones ... de continuar diseñando el proyecto de equipo para la 25-26. Al menos era la sensación que se desprendía desde el entorno, aunque asombrase que alguien no pagase la factura de un año terrible. Han transcurrido ya diez días desde que el balón dejara de rodar, y el club todavía no ha definido quién será su entrenador, aunque sí ha despejado la duda sobre la identidad de su director deportivo. Antonio Cordón es la apuesta del consejo de administración dirigido por José María Del Nido Carrasco para relevar a Orta, mientras que Imanol Alguacil es el entrenador que genera consenso entre el nuevo gestor deportivo y los dirigentes. No obstante, mientras muchos otros clubes comienzan a poner las bases de lo que será su equipo para la campaña 25-26, en el Sevilla siguen sin dar el paso al frente para poder así arrancar un proyecto largo que puede ser considerado como la bala que se guarda en la recámara Del Nido Carrasco para evitar caer definitivamente. Su último proyecto, bien cimentado en años para que nadie dude de la confianza ni de la continuidad en el tiempo del mismo. Nada termina, algo comienza.
En el Sevilla se quería frenar no la sangría en el banquillo, sino esos despidos que están provocando un agujero infinito en el presupuesto. Sin embargo, sin riesgo no hay proyecto, o eso tratan de hacer entender los dirigentes nervionenses con las actuales maniobras. Con Del Nido Carrasco como vicepresidente, José Castro firmó a Jorge Sampaoli por lo que restaba de la temporada 22-23 y la siguiente. Al argentino lo sustituiría en el cargo Mendilibar, que salvaría los muebles para el club y que continuó firmando un nuevo contrato por una campaña. Con Diego Alonso se pactó que estaría ligado al club hasta que finalizara la campaña 23-24, lo mismo que sucedería después con Quique Sánchez Flores. Ya con Del Nido Carrasco como presidente, y tras no cerrarse para el banquillo alguna opción que pedía un contrato más duradero, como la de Jagoba Arrasate, llegaría García Pimienta.
El catalán accedió a firmar por una temporada, pero, en un inesperado golpe de timón, finalmente su contrato pasó a los pocos meses a ser de dos temporadas (es decir, hasta 2026) con opción a una tercera. Con este cambio de guion, Del Nido Carrasco anunció que quería lanzar un mensaje que reforzara «la solidez del proyecto», algo que finalmente saltó por los aires durante el mes de abril cuando el entrenador -que ahora reclama lo que le resta por percibir- fue despedido a falta de siete jornadas. Caparrós llegó como salvavidas y tras cumplir, no sin apuros, su misión, se marcha.
El cambio de guion
Del Nido Carrasco sabe que se encuentra en una situación más que comprometida, y el octavo entrenador del club en los últimos tres años difícilmente le servirá como parapeto teniendo en cuenta que ahora tampoco podrá poner como escudo ante las feroces críticas al director deportivo al que contrataron cuando Monchi hizo las maletas. Su última bala al frente de la fortaleza construida en los despachos del Ramón Sánchez-Pizjuán pasa por apoyarse en Antonio Cordón y, si consigue convencerlo, en Imanol Alguacil, quienes para meterse en la casa de los líos en la que se ha convertido ahora el Sevilla exigen poder contar con tiempo o que al menos se refleje en sus contratos. Quieren tres años.
La llegada de Antonio Cordón al club está cerrada. El club cambiará de director deportivo apostando por un gestor de plantillas con experiencia en clubes como el Villarreal, el Mónaco, el Betis o el Olympiacos. Tendrá que dar continuidad Cordón a la difícil tarea que se le encomendó a Orta: reducir drásticamente el coste de la plantilla para adecuar este gasto a la dura realidad económica del club. Además, se espera que pueda lograr ventas beneficiosas en términos económicos y que acierte a la hora de buscar refuerzos. Casi nada. Todo.
Tampoco lo tendrá fácil Imanol para hacer rendir a la plantilla que se le configure, en caso de que se cierre su llegada. El técnico vasco sigue sin tenerlo del todo claro. Desde que arrancara su carrera como entrenador ha estado siempre ligado a la Real Sociedad, y quiere pensárselo bien antes de dar su siguiente paso. La imagen de inestabilidad que da el Sevilla de cara al exterior no juega en favor del club a la hora de intentar convencer a un entrenador que, al menos, genera consenso entre los que toman las decisiones. Incluido entre ellos ha estado Víctor Orta, que se llegó a reunir con el técnico y que ha trabajado con normalidad en la planificación de la 25-26 hasta que todo saltó por los aires.
Del Nido Carrasco sabe que el margen de maniobra es cada vez más estrecho y, por ello, no tiene otra que plegarse a lo que dos profesionales del fútbol le pidan por más que pueda comprometer todavía más el futuro económico del club. El reloj no se para mientras lanza las cartas a la desesperada a ver si en esta ocasión suena la flauta y cae boca arriba algún as que cambie la partida.
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