Sánchez pone en riesgo su sueño de hacer grande a Indra en Europa
El presidente del Gobierno ha transmitido su objetivo de una gran alianza con la alemana Rheinmetall en diferentes encuentros con socios europeos, pero ahora pierde enteros tras su polémica posición ante la OTAN
Una consejera independiente dimite en plena 'operación Indra-Escribano'
El presidente de Indra estima que cuenta ya con el 60% de apoyo del consejo para comprar su empresa

Entre los sueños del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de hacer más grandes internacionalmente a compañías españolas estratégicas de los diferentes sectores de actividad, destaca Indra. Y es que desde su llegada al poder, Sánchez ha situado en el centro de sus planes para ... hacer crecer en el exterior a nuestras empresas a la compañía de Tecnología y Defensa en un sector que, en la actualidad, se antoja clave para el futuro de la economía global.
La compañía, en la que el Estado, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), ostenta un 28%, es hoy el ariete alrededor del cual el presidente fija sus ambiciosos objetivos sobre la industria de moda, con el firme objetivo de situar a España como una pieza clave en la arquitectura de la defensa europea. Una iniciativa que, según ha podido saber ABC, no es nueva, pero que, con la relevancia que ha tomado en los últimos tiempos el sector en el mundo, ha sido manejada por Sánchez en sus giras internacionales en Europa, si bien solo conocen internamente los más cercanos al presidente en La Moncloa.
Pero, de momento, su sueño se ha quedado en suspense tras la polémica alimentada por el propio presidente español en torno a la obligación de aumentar el presupuesto que cada país de la OTAN tiene que destinar a Defensa. Sánchez firmó el acuerdo –como el resto de socios de la organización internacional– de alcanzar el objetivo del 5% del PIB, si bien dijo que España sólo destinaría el 2,1%, provocando un choque frontal con Donald Trump, quien amenazó con tomar represalias comerciales si el Gobierno español no alcanzaba los pactado.
«España siempre es la solución, nunca es el problema», le llegó a decir Sánchez en su afrenta personal con su homólogo norteamericano, Donald Trump. España invierte actualmente el 1,28% de su PIB en Defensa, y Sánchez se ha comprometido a aumentar este gasto hasta el 2,1% este mismo año, lo que supone un coste de unos 10.000 millones de euros adicionales.
El caso es que una vez que se desmarcó del resto de líderes de la OTAN, y enfrentar las amenazas de Trump, su idea 'no escrita' pero sí transmitida en multitud de ocasiones en encuentros privados sobre una gran alianza –en concreto, por preferencias del propio Sánchez, con la alemana Rheinmetall–, pierde enteros.
Posición debilitada en Europa
En estas circunstancias, la posición en sí de Indra se ve claramente debilitada frente a su eventual 'partner' alemán, por lo que tampoco el presidente de la compañía, Ángel Escribano, y el resto de accionistas privados –entre los mayoritarios, la propia empresa del presidente de la compañía, EM&E, con el 14,30%, el fondo Amber, propiedad de Josep Oughourlian, con el 7,24%, y la vasca Sapa Placencia, el 7,94%– se sienten ahora motivados para encarar una inicial negociación en la que, a día de hoy, parece que tienen cada vez menos que ganar, a pesar de los planes estratégicos de Escribano en el exterior.
De hecho, desde su llegada al sillón presidencial de Indra, Escribano ha dejado claro que, entre sus prioridades, está crecer tanto interna como externamente, y no se desvía ni medio milímetro de sus planes con el firme objetivo de afianzarse en Europa y ampliar sus relaciones internacionales, tal y como adelantó este periódico. En esta línea, destaca la opción de hacerse con el control de su propia compañía familiar, a debate estos días entre los consejeros de Indra con, de momento, una estimación de contar con cerca del 60% de los votos a favor.
En cualquier caso, gracias a esa proyección internacional y en el sector –que, según las fuentes podría ralentizarse por «culpa» de la postura adoptada por el presidente Sánchez frente a la OTAN y Trump–, desde el nombramiento de Escribano como presidente de Indra –a finales de enero– la compañía ha ido batiendo máximos desde los 3.000 millones de capitalización bursátil hasta superar en la actualidad los 6.000 millones de euros.
Este impulso bursátil, según los expertos consultados, está motivado por el futuro que se le abrió a la compañía con la aprobación del fondo europeo en defensa de la UE y por las alianzas estratégicas internacionales logradas ya por el tándem Escribano-De los Mozos (su consejero delegado), precisamente, entre otras, con el gigante alemán Rheinmetall. Escribano 'cogió' Indra a 17,20 euros la acción y ayer cerró a 36 euros.
Recientemente, en el marco del encuentro 'Efecto tractor en el ecosistema industrial de Defensa de España', que ha reunido en la sede de la compañía a más de 150 empresas, pymes, 'startups', centros de investigación, universidades y centros de formación profesional de toda España, Escribano emplazaba a empresas y entidades a posicionarse de forma conjunta para «capitalizar las oportunidades que brindan los 800.000 millones del plan de defensa de la UE y los 10.471 millones del Plan Industrial y Tecnológico del Ministerio de Defensa español».
El presidente de Indra advertía de que «cerca del 70% del gasto en defensa en Europa se destina a proveedores no europeos, por lo que resulta urgente desarrollar capacidades propias», y aplaudía que, en el caso español, el Gobierno se haya marcado el objetivo de ejecutar en España más del 80% del presupuesto del nuevo plan industrial de la defensa.
No en vano, el objetivo de este evento –más de la mitad de las 150 empresas y entidades que acudieron son ya socios de Indra, muchos de ellos a través del programa NGWS/FCAS de desarrollo del sistema de combate aéreo del futuro, en el que España participa junto a Alemania y Francia–, según Indra, era «traccionar» el ecosistema empresarial, tecnológico y de talento de la defensa de España y prepararlo para «aprovechar las oportunidades de crecimiento» que ofrecen los planes del sector que se han puesto en marcha en España y Europa.
Indra quiere ganar escala
El propio consejero delegado del grupo español, José Vicente de los Mozos, en la última junta de accionistas, puso en valor que para conseguir el objetivo firme de la nueva Indra «hay que ganar escala» en el exterior con operaciones corporativas y «fomentar más acuerdos colaboradores» entre todas las compañías. De hecho, adelantaba que el refuerzo del negocio de defensa estará acompañado por una expansión internacional que priorizará Europa, América Latina y Oriente Próximo, y revelaba que están explorando abrir una oficina en Kiev, la capital ucraniana.
Igualmente, Escribano explicaba que la compañía continúa analizando el mercado en busca de operaciones de crecimiento inorgánico, pero que solo se contemplarán adquisiciones que «contribuyan a reforzar el portfolio , aportar valor añadido, que supongan la entrada a nuevos mercados estratégicos» o que «resulten atractivos para los accionistas».
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