Francesco Martucci, el mejor 'pizzaiolo' del mundo cuya única misión es emocionar

El pasado 25 de junio tuvo lugar en Milán la entrega de los galardones The Best Pizza Awards cuyo objetivo es promulgar el arte de la elaboración de la pizza y fomentar la innovación en este campo. Martucci se alzó con el primer premio, por delante de Franco Pepe de Pepe in Grani (ganador del título durante las cuatro pasadas ediciones) y Gabriele Bonci de Pizzarium.

«Para mí, la pizza es mucho más que un simple alimento. Es mi pasión, mi oficio, mi vida y mi forma de expresar tanto la tradición como la creatividad. Es un puente entre la historia y la modernidad, entre la simplicidad y la complejidad, entre lo local y lo universal», declaró el recién proclamado mejor pizzero del mundo.

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Con tan solo 10 años comenzó a trabajar en la pizzería de su tío como limpiaplatos. Su pasión por el mundo de las pizzas dio comienzo ahí. Y es que el italiano es uno de los pioneros en revalorizar este sector por su enfoque más renovado y moderno a pesar de las críticas en la Campania italiana por cambiar la receta tradicional.

Ha llevado una vida muy sacrificada, con una entrega completa a su restaurante. Siempre está allí presente y es consciente de que la entrega es el ingrediente del éxito. Según indica en su página web, «la vida de un pizzero es, sin duda, una vida de sacrificios en la que eliges dedicarte a los demás y, en cierto sentido, también anularte por ellos, anularte en el trabajo, llegando al punto de fundirse con lo que haces e incluso perderlo todo si de verdad lo amas».

En 2001 abrió en la ciudad italiana de Caserta un pequeño restaurante junto a sus hermanas y su madre donde las pizzas eran únicamente para llevar. Aquí encontró su lugar para investigar e innovar. El oficio, para él, se lleva en el ADN, tratando de buscar siempre lo mejor.

Dio un gran paso en 2012 cuando se trasladó a un restaurante más grande. Todo lo que buscaba era ser mejor y conectar con los consumidores. Tenía un aforo de 70 personas, lo que le ayudaba a dar su mejor servicio y darse en cuerpo y alma para sus clientes. El italiano continuaba cumpliendo los deseos de ese pequeño de 10 años que soñaba mientras lavaba platos.

Pero, en 2017, llegó Martucciland, su gran objetivo. Un restaurante más grande, con más espacio para dar a luz a sus creaciones y seguir investigando, con muchas novedades como sus productos sin gluten.

Este nuevo espacio es es lugar en el que Martucci se sumerge en sus recetas únicas. La mayor innovación ha sido la incorporación de pizzas sin gluten, para llevar sus dotes culinarias a todos los paladares.

Todo lo que ha conocido le ha hecho llegar a donde está, aprendiendo de cada una de sus decisiones y con la misión principal siempre en mente: emocionar. Ese ha sido y sigue siendo su objetivo principal como pizzero. Martucci sigue estudiando e investigando para ser mejor cada día y seguir dando lo mejor de sí mismo.

En esta lista de 100 premiados, encontramos a tres de espacios españoles que, con sus creaciones, llamaron la atención del jurado.

Dentro del Top 10, en concreto el número 8, encontramos a Jorge Sastre y a Rafa Panatieri de la Sartoria Panatieri (calle de la Encarnación, 51, Gracia y calle de Provenza, 330, El Eixample) en Barcelona. Sus dos creadores, un madrileño y un brasileño, han revolucionado el mundo de las pizzas colocándose entre los mejores de este campo.

En el puesto 36 se encuentra Demaio Pizza Gourmet, localizada en la ciudad de Bilbao (calle San Francisco, 10 y calle San Vicente, 1). Los hermanos Demaio tienen en un mismo lugar los dos tipos más distintos pero a la vez más tradicionales de la pizza como son la margarita y la romana. Entre todas sus recetas suman una treintena con ingredientes italianos en honor a su abuelo, originario de ese país.

También aparece Eloi Torrent en el lugar 59. Con su restaurante Gasparic en Can Blanc (calle Esglesia, 36), en Gerona. Torrent hace un homenaje al pasado y a la identidad de la familia, utilizando productos ecológicos y locales en combinación con italianos para aportar una gran calidad.

Según un estudio de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, comer pizza una o tres veces por semana puede ser saludable por los productos que contiene la masa , elaborada con harina de trigo, rica en antioxidantes. Este alimento forma parte de la dieta mediterránea, un modelo de alimentación saludable y equilibrado que utiliza productos de los cultivos tradicionales, lo que aporta una gran calidad a las elaboraciones.