tiempo recobrado
El mundo fantástico de Donald Trump
Rorty vio que el populismo y la demagogia impulsarían a un líder como Trump
Hoy, ayer, mañana
Crisis moral
Estudia el pasado si quieres conocer el futuro. La frase es de Confucio, pero el porvenir es tan incierto e imprevisible que nadie fue capaz de prever la caída del Muro de Berlín, el atentado de las Torres Gemelas o la crisis de 2008.
También ... parecía imposible hace diez años que un personaje como Donald Trump pudiera ser presidente. Pero lo fue. Y ha vuelto a revalidar su mandato después de haber instigado un asalto al Congreso, con varios procesos judiciales abiertos y una condena en firme.
Trump es narcisista, vanidoso, megalómano y caótico. Pero 77 millones de ciudadanos le han votado. Su legitimidad es indiscutible. Al igual que su capacidad de seducción de un electorado que añora los tiempos en los que Estados Unidos era la gran potencia imperial. Su mensaje caló entre los votantes y debemos preguntarnos por qué.
Anticipándose al futuro, la respuesta la dio un profesor llamado Richard Rorty en 1998 en un libro titulado 'Achieving our country'. Profetizaba el advenimiento de un «hombre fuerte» como consecuencia del deterioro de las condiciones de vida de la clase media y la quiebra del discurso de la izquierda.
Esto es lo que escribió Rorty: «El electorado decidirá que el sistema ha fallado y depositará su voto en un líder fuerte. Alguien que les asegure que los burócratas engreídos, los abogados tramposos, los ejecutivos que cobran bonus y los profesores posmodernos dejen de decirles lo que tienen que hacer».
Es exactamente lo que sucedió dos décadas después. Rorty vio que el populismo y la demagogia impulsarían a un líder como Trump, que ha sabido capitalizar las consecuencias de la globalización, el malestar social y el rechazo de la ideología 'woke'. Los electores han optado por un dirigente que les ofrece la promesa de una vuelta a la América que emergió de la II Guerra Mundial, una ensoñación arraigada en el inconsciente colectivo y alimentada por Hollywood.
Trump promete un mundo de fantasía en el que Estados Unidos no sólo volverá a ser un imperio, sino que además ensanchará sus fronteras y renacerá como la gran potencia económica: 'Make America Great Again'. Un eslogan que apela a la emotividad del electorado y su necesidad de creer en un futuro mejor.
Trump ha vuelto a ganar precisamente por su falta de realismo y por generar la ilusión de que las ensoñaciones que pueblan su cabeza podrán materializarse. No importan sus mentiras, ni sus contradicciones, ni sus intereses. Lo que cuenta es que se presenta como un mago que va a cambiar las cosas.
En una época en la que crece la incertidumbre y la vulnerabilidad, Trump promete seguridad, arremete contra la política convencional y predica la vuelta a un pasado glorioso. Rorty lo descubrió hace mucho tiempo: los americanos quieren un hombre fuerte, aunque sea un farsante.
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