SÁBADO
¿Otra Puerta de la Carne?
De las puertas de Sevilla estamos hablando de nuevo por el libro de Juan Miguel Vega. Gracias a ese estudio periodístico, la Fundación Medinaceli ha comprado la casa que hay en el Postigo del Aceite
Menos mal que han sido profesores universitarios los que han propuesto la reconstrucción de la Puerta de la Carne después de haber hecho una recreación con realidad virtual. Si hubiera sido una asociación de vecinos o algún colectivo patrimonialista, los hubieran tachado de retrógrados, o ... de amantes del pastiche. Pero como son eruditos los autores del proyecto, y además, como se ha publicado en una revista científica, aquí estamos todos hablando del nuevo invento.
¿Volver a construir frente al Puente de San Bernardo la puerta que fue destruida en 1864? No sé. Este asunto de recuperar las antiguas puertas no es nuevo. Hace algún tiempo fue el hermano mayor de San Esteban, Julián López, el que en un ejercicio de movilización social propuso hacer lo mismo con la Puerta de Carmona. En los 80, cuando se reurbanizó el eje de Reyes Católicos y San Pablo, a alguno se le iluminó la mente con la Puerta de Triana. Pero lo que hizo la antigua delegación de obras que dirigía el arquitecto Javier Queraltó, al localizar los cimientos de esta puerta, fue estrechar la calzada para definir el espacio del vano de la construcción y colocar cuatro palmeras en los lugares donde estaban los pilares. Fue una solución digamos que contemporánea. De las puertas de Sevilla estamos hablando de nuevo gracias al libro de Juan Miguel Vega, 'Veintitantas maneras de entrar en Sevilla' reeditado y rejuvenecido en estas Navidades. Gracias a ese libro, la Fundación Medinaceli ha comprado la casa que hay en el Postigo del Aceite para hacer allí el museo de la muralla y la recreación de las puertas de la ciudad. Llegados hasta aquí, a mí me parece que con eso es bastante. Ponernos a reconstruir ahora una puerta, después otra y pastichear lo que fue la ciudad amurallada ya no tiene sentido. Tenemos herramientas tecnológicas suficientes como para conocer cómo era Sevilla antes del porticidio. ¿Qué aquello fue un error? Probablemente. Pero la ciudad que tenemos hoy no hubiera sido posible sin aquellos derribos del XIX. ¿Otra Puerta de la Carne? Dejémoslo en que no.
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