Álvaro Morata relata cómo vivió su primer bloqueo en el Real Madrid: «Mi cabeza nunca estaba ahí»

Daniel Domínguez

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18/06/2025
Actualizado a las 15:28h.

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Álvaro Morata nunca cuajó en el Real Madrid por mucho que firmara de blanco una de sus mejores temporadas como profesional en la temporada 2016-17, la que más atendiendo a las aportaciones de gol en función de los minutos disputados.

Finalizó su etapa formativa en Valdebebas y sumó sus primeros años como sénior a caballo entre el Castilla y el primer equipo, con el que estrenó su cuenta goleadora en un partido a domicilio contra el Levante en noviembre de 2012.

En aquella ocasión, Álvaro Morata entró al campo con empate a uno en el marcador y ya superado el minuto 80. No estaba sobre el césped Cristiano Ronaldo, sustituido tras el descanso por la brecha que le provocó un codazo de David Navarro. Tampoco Benzema ni Higuaín, lesionados. Ni Jesé Rodríguez, solución de emergencia por aquel entonces y que acumulaba una sanción que le impedía ser de la partida.

Así, Mourinho recurrió a un joven Morata de 20 años que lucía el '29' a la espalda como futbolista con licencia en el Real Madrid Castilla. Y en aquella ocasión solventó la papeleta. No era su debut con el primer equipo, pero sí una de las primeras veces que su participación en el terreno de juego no era para jugar minutos testimoniales.

Y respondió con gol, como unos meses más tarde en su primera titularidad en el Santiago Bernabéu frente al Rayo Vallecano. Hasta el final de curso, volvió a mantenerse entre los once elegidos en partidos señalados como el Clásico o el derbi madrileño en el Vicente Calderón. En ambos no solo fue titular, sino que disputó los 90 minutos y el Real Madrid venció, aunque la temporada acabó sin título de Liga.

La campaña siguiente, ya a las órdenes de Ancelotti, sí fue miembro de pleno derecho de la primera plantilla, pero, en verano de 2014, fue traspasado a la Juventus por 20 millones, aunque el Madrid se guardó una opción de recompra válida para las dos temporadas posteriores que ejecutó en 2016. En ese curso 16-17 Morata brilló en un Madrid que conquistó Liga y Champions, además de Supercopa de Europa y Mundial de Clubes, pero acabó siendo vendido al Chelsea por 80 millones de euros. Tras ello, una segunda etapa en la Juve, dos experiencias en el Atlético de Madrid. También ha militado en el Milan y, ahora, Galatasaray (cedido por el Milan).

No obstante, en el documental 'Morata: no saben quién soy', emitido por Movistar Plus+, Álvaro Morata ha desvelado por qué nunca se asentó en el Real Madrid. Un repaso a la vida del jugador, con testimonios de sus padres o su mujer en el que el hilo conductor es todo lo relacionado con su salud mental.

Por aquel entonces, eso sí, aún no había vivido los episodios de depresión ni había acudido al psiquiatra, como hizo antes y durante la Eurocopa en 2024. Pero, de todos modos, su cabeza, tal y como ha reconocido en el documental, no estaba en el Real Madrid.

«Nunca pensé que podía jugar al lado de todos los jugadores con los que entrenaba cada día en el Real Madrid. Mi objetivo era divertirme, era disfrutar de ellos, pero nunca pensé que podía jugar allí con ellos. Y los dos o tres primeros años que entrenaba con ellos, pues quizá sí, de vez en cuando entraba y lo hacía bien, pero nunca estaba en mi cabeza estar en ese equipo o que podía competir con ellos», ha revelado Morata.

Quizá, porque todo le llegó demasiado rápido: «Es una transición en la que de repente metes un gol importante con el primer equipo y pasas de ser un chico juvenil a ser el chico más famoso de España en esos días, porque has metido un gol con el Real Madrid, que es un club increíble. Te cambia la vida de un día para otro».

Un cambio que no solo experimentó él, sino también su propia familia, como ha contado Susana Martín, la madre del futbolista, sobre una de sus primeras concentraciones con el primer equipo: «Fui a verle y, cuando llegué al hotel, había cientos de personas en la puerta. Entré y la recepción, llena también. Álvaro bajó, me dio un beso y al minuto empezó a llegar gente y se lo llevaron dos de seguridad. Y yo dije '¿esto qué es?' No fue como que has perdido a tu hijo, fue como que has perdido el anonimato absolutamente. A partir de ahí, nos ha cambiado a todos la vida», reconoce.

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