novedad literaria
Tony Gratacós: «Hasta que no vine a Sevilla, no descubrí lo que era la Semana Santa»
El escritor acaba de publicar su última novela, 'La canción de Dimas', sobre el buen ladrón
Tony Gratacós: «Se demoniza a Hernán Cortés, pero fundó el primer hospital del continente americano»

Tony Gratacós (Barcelona, 1967) irrumpió con gran fuerza dentro del mercado editorial en el año 2022 con la publicación de su primera novela, 'Nadie lo sabe' (Destino), ambientada en la gesta de Magallanes y Elcano. Tras una segunda entrega de la saga ... protagonizada por Diego de Soto, 'Todos sabrán mi nombre' (Destino, 2024), el escritor acaba de publicar su obra más personal, 'La canción de Dimas'. Esta es una novela de redención y de segundas oportunidades en la que se plasma un retrato muy humano del personaje que se arrepintió de sus pecados justo antes de morir cuando conoció en el Monte Calvario a alguien tan extraordinario como Jesús de Nazaret.
—¿Cómo surgió la idea de hacer esta novela tan original?
—La idea salió porque siempre me había llamado la atención el hecho de que hubiera tantos cuentos de Navidad, pero ninguno de Semana Santa. Esa fue mi idea original, hacer un cuento de Semana Santa. Pensé en el personaje de Dimas, del que no se sabe nada. Me interesó pensar cómo diablos pudo un criminal colgado en la cruz volver su cabeza a la izquierda y reconocer al Hijo de Dios. Para dar una respuesta a eso no podía hacer un cuento sin más, había que adentrarse más en el interior del personaje.
—Se trata de una novela con un explícito trasfondo religioso.
—Eso es inevitable. Me han dicho que es una novela religiosa, pero yo odio las etiquetas. Es una novela histórica sobre un personaje que vivió en un tiempo mesiánico. Él vio en la crucifixión al Hijo de Dios. Si eres una persona religiosa, esta novela te atraerá mucho. Es una novela que habla sobre un tema tan actual como es la redención. Habla sobre el amor y su pérdida, sobre la soberbia y la redención. A los judíos de esa época les tocó vivir unos tiempos mesiánicos. Expandieron las noticias por toda Israel y por toda Galilea. Hoy en día te sientes tentado por la imagen de un mesías poderoso y terrenal que va a liberar a los judíos del yugo romano y eso contrasta con un mesías que nos va a liberar de nosotros mismos. Elegimos la seguridad de nuestros trabajos y de nuestras casas en vez de entregarnos a los demás. Dimas tiene que elegir entre un mesías más terrenal y otro más espiritual.
—Recrear la vida del buen ladrón sin apenas tener datos históricos de esta figura debe haber sido complicado.
—Qué va, eso te da más libertad en el fondo. Tienes que mantenerte fiel al espíritu del buen ladrón. Sólo nos quedan las palabras finales que este personaje dice en el Calvario. Hay que investigar las palabras de Dimas y de Jesús y ves qué pueden significar.
—¿En qué textos se ha basado a la hora de escribir la historia?
—En los evangelios de Mateo y Marcos se menciona a dos ladrones. En el de San Lucas se dice que Jesús le dijo a uno de los ladrones: «En verdad te digo que hoy estarás conmigo en el Paraíso». El nombre de Dimas no aparece en los evangelios canónicos. Es un santo tan desconocido que cuando saqué el libro quise llevarlo a alguna parroquia de San Dimas en Madrid, pero no existe ninguna parroquia de San Dimas en España. Es la única persona que sabemos que está cien por cien en el cielo por la promesa que le hizo Jesús. Es el patrón de los ladrones y de los criminales. Por eso me ha hecho ilusión venir a Sevilla a ver el Cristo de la Conversión del Buen Ladrón. Juan de Mesa fue coetáneo de Velázquez. Es una época que me apasiona. A principios del siglo XVII había una disputa entre pintores y escultores, ya que se disputaban el trono del arte. Los pintores, que eran considerados artesanos, querían ser tratados como artistas. Francisco Pacheco, suegro de Velázquez, abogaba en su obra 'El arte de la pintura' por el hecho de que el pintor tiene la capacidad de dotar a un cuadro de emociones más allá de lo que pueda hacerlo una escultura.
—En la novela, Dimas se encuentra con un amigo de la infancia, Natanael.
—Efectivamente. Cuando más he disfrutado escribiendo el libro es creando el personaje de Natanael, un personaje clave en el evangelio. Es en verdad uno de los doce apóstoles. La vocación de Natanael es muy importante dentro del evangelio. Jesús lo vio bajo una higuera antes de llamarlo como apóstol. Es de las cosas más bonitas del libro, tratar de imaginar a los pequeños personajes que pueblan el evangelio. He querido actualizar el mensaje de los evangelios igual que Velázquez actualizó las cosas con su pintura. A todos nos emocionó 'Ben-Hur' y no la veíamos con una película religiosa. He desempolvado a todos esos personajes que llaman a las puertas de nuestros corazones. Lo bonito es que, sabiendo cómo acaba el libro, fui sembrando a lo largo de la novela diferentes detalles para que al final se pudieran unir todos. La conversión de Dimas es un instante, pero esa conversión está sembrada desde que era muy pequeño. Son pequeños detalles que hablan de su conversión.
—¿Qué visión se va a llevar el lector de este personaje tras leer la novela?
—Creo que se va a llevar la visión de que todos somos Dimas y que tenemos algo de él en nuestro corazón. Tenemos la tentación de culpar a los cielos de nuestros problemas y de querer tomar las cartas de temas que no podemos solucionar. Una pequeña cosa se está haciendo grande en el caso de Dimas. Todos podríamos ser Dimas y haber acabado como él, pero también tenemos una oportunidad que no sabemos cuándo se manifiesta. Nada está perdido hasta el final. Lo novedoso del libro es la historia de salvación.
«Lo que diferencia a Dimas del otro ladrón es la humildad, reconocer que has hecho algo mal»
Tony Gratacós
Escritor
—¿Cómo es la relación entre Dimas con Jesús de Nazaret cuando se encuentra con Este en el Calvario?
—A través de los ojos de Dimas te llevas la mirada de Jesús de Nazaret, que pasa de la incredulidad al asombro, y del asombro a la aceptación. Todo ello pasa por la humildad. La salvación es un regalo de Dios. En el Calvario había dos ladrones y uno cerró los ojos. Lo que diferencia a Dimas del otro ladrón es la humildad, reconocer que has hecho algo mal. A nadie nos gusta reconocer que ha hecho algo malo, y eso te exige humildad. Eso que parece tan fácil es muy difícil, si no, que se lo pregunten a Gestas. De Dimas aprendemos que nada está perdido hasta el final, siempre hay una oportunidad. No podemos enjuiciar. También de Dimas aprendemos la humildad.
—La novela también habla de segundas oportunidades y de redención.
—La redención es muy importante. Toda historia necesita una salvación. La redención no nos asegura tener mucho dinero bajo el colchón. Creemos que podemos solucionar los problemas del corazón por nosotros mismos, pero no podemos. Sólo alguien desde fuera puede tocar el corazón para redimirnos. Si eres creyente lo tienes más fácil porque ese ser es Dios, alguien que está por encima de nosotros.
—Muchos lectores hablan de que es una novela que llega al alma.
—Creo que sí, que es una historia que llega al alma. Si logras que el lector llore, es que has logrado tocar una fibra en el corazón de la persona. Pero no es gracias a mí, es gracias al tema, que es poderoso.
—Ahora que ha estado en Sevilla, ¿cómo ve la devoción con que esta ciudad vive la Semana Santa?
—Alucinante. Como catalán afincado en Madrid, no descubrí la Semana Santa hasta que no vine a Sevilla. Siempre había pensado que la Semana Santa era como un espectáculo que rayaba lo grotesco. Esa era mi mentalidad hasta que, ya viviendo en Madrid, un amigo me invitó a venir el Domingo de Ramos a Sevilla y aluciné con la devoción y la delicadeza de los pasos. Fue algo increíble. En Sevilla es increíble ver los altares de las iglesias. Todo se cuida con una gran delicadeza y eso se traduce a los pasos. La Semana Santa tiene algo muy especial. Ese Domingo de Ramos fue hace unos diez años. Yo era un inculto. En Cataluña no hay tradición de procesiones, salvo en Mataró, donde viven muchos hijos de inmigrantes andaluces. Me llamaba la atención ver llorar a la gente cuando no podía salir la Macarena. Ahora comprendo perfectamente por qué pasa eso porque sólo lo entiendes cuando lo ves.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete