Israel trata de imponer sus normas en Líbano con un nuevo bombardeo en Beirut
El Ejército israelí indicó que el objetivo fue Hassan Bdair, mando militar de Hizbolá a quien acusaron de ayudar a miembros de Hamás a planificar un «ataque terrorista significativo e inminente contra civiles israelíes»
Netanyahu cede a los ultras y cesa al nuevo jefe de Inteligencia 24 horas después de nombrarle
Israel volvió a bombardear el sur de Beirut por segunda vez en la última semana, mató al menos a 4 personas e hirió a otras 7, según el ministerio de Salud. El Ejército israelí indicó que el objetivo fue Hassan Bdair, mando militar ... de Hizbolá a quien acusaron de ayudar a miembros de Hamás a planificar un «ataque terrorista significativo e inminente contra civiles israelíes». Una fuente cercana a la milicia chií declaró a la agencia AFP que Bdair era el número 2 del departamento dedicado a Palestina en la milicia pro iraní y que el ataque le sorprendió «en casa con su familia». Hizbolá confirmó el asesinato de Bdair y su hijo Ali.
A diferencia de lo ocurrido el viernes, esta vez no hubo lanzamiento previo de cohetes contra territorio israelí y tampoco se dio un aviso previo para evacuar el edificio señalado. Fue un ataque de precisión que afectó a las tres últimas plantas del edificio situado en Dahiye, los suburbios del sur de Beirut que son el bastión de Hizbolá y que Israel atacó sin descanso durante dos meses.
El acuerdo entre ambas partes es frágil e israelíes y libaneses se acusan de violaciones constantes. Desde Beirut denuncian que el enemigo no ha retirado sus tropas y ha levantado varias bases en la frontera. El Estado judío insiste en que Hizbolá no se ha desarmado y que la tregua actual le permite actuar «en caso de amenaza inminente». Según el Canal 14 israelí, cercano al Gobierno, las agencias de seguridad habían recibido información de que el mando de Hizbolá asesinado en Beirut planeaba «un ataque contra un avión israelí en Chipre».
El frente libanés no se calma y el presidente Joseph Aoun declaró en su cuenta de X que este ataque representa una «advertencia peligrosa» que indica las intenciones de Israel contra el Líbano. El primer ministro, Nawaf Salam, calificó lo sucedido de «grave violación» del acuerdo del alto el fuego alcanzado en noviembre.
Problemas internos
A Benjamín Netanyahu se le acumulan los problemas fuera y dentro de Israel, donde la justicia decidió prolongar el periodo de prisión para sus dos colaboradores cercanos investigados por haber recibido pagos de Qatar. El líder del Likud tiene además pendiente la elección de un nuevo responsable del Shin Bet ya que, 24 horas después de anunciar la designación de Eli Sharvit como próximo jefe del servicio de Inteligencia, tuvo que dar marcha atrás debido a las fuertes críticas de la oposición.
El primer ministro tiene una guerra abierta con su servicio de Inteligencia debido a los ataques de Hamás del 7 de octubre, sobre los cuales no está dispuesto a aceptar responsabilidad alguna. Netanyahu tampoco es partidario de una investigación en profundidad hasta que acabe la guerra, un motivo clave, según la oposición, para haber roto el alto el fuego hace 2 semanas de forma unilateral.
En Gaza, Israel parece que se retrasa por la salida inmediata de los palestinos de la Franja y lo que está haciendo en las últimas horas es volver a ordenar desplazamientos masivos por la fuerza. Además de Rafah, los militares ordenaron vaciar lugares del norte como Beit Lahia y Beit Hanoun, pero el problema es que no hay un lugar seguro al que moverse. Una expulsión de familias que ya lo han perdido todo y sufren las consecuencias del bloqueo total impuesto por el Estado judío.
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