PUENTE DEL CENTENARIO
El alto cargo que enterró el túnel de la SE-40 está en el centro de las mordidas del puente del Centenario
El ex director general de Carreteras Javier Herrero maniobró para priorizar la obra del Centenario y congelar el proyecto de la segunda circunvalación
«Ya está cesado. Qué putada»: Koldo y los dueños de OPR lamentaron el cese del exdirector de Carreteras
El entierro de los túneles de la SE-40: la tuneladora acabó en la chatarra y volaron 145 millones de euros

Los túneles de la SE-40 son la mayor prueba de la desidia del Estado con Sevilla en cuanto a sus infraestructuras, y también del aprovechamiento político y personal que altos cargos del PSOE trataron de hacer hasta condenarlas para siempre. Ahora, con los ... audios entre Ábalos, Koldo, Herrero y Cerdán recogidos por la Guardia Civil, además de con la declaración de éste en el Supremo, todas las piezas encajan. La decisión de afrontar la ampliación del puente del Centenario tuvo una estrecha relación con el entierro definitivo del proyecto de los túneles. Había que repartir mordidas y obtener, además, una ventaja electoral en las municipales de 2019.
Para entender todo el embrollo de decisiones en el que el PSOE sumió tanto el Centenario como la SE-40 hay que analizar la figura del por entonces director general de Carreteras, Javier Herrero, que está en el mismo centro de la trama, y hacer una cronología desde el comienzo de todo el proceso.
Los túneles de la SE-40 se adjudicaron por 505 millones de euros y las obras comenzaron en 2009. Pero, tres años después, acabaron paralizadas cuando se encontraban en torno al 11% y el 14%. Era marzo de 2012 y azotaba la crisis económica. Estaba de ministro de Fomento el socialista José Blanco, que al mes siguiente fue sucedido por Ana Pastor con el nuevo Gobierno de Mariano Rajoy. Cinco años después, el titular de esta cartera era el popular Íñigo de la Serna, quien anunció la reactivación de los trabajos en 2018 con un replanteo técnico integral del proyecto. Pero no se avanzó nada.
Fue en este punto, ya con Pedro Sánchez en el Gobierno, en el que apareció la figura de Javier Herrero, que convocó una rueda de prensa en diciembre de 2020 en la que dio por enterrado el proyecto de los túneles al considerarlo «irrealizable». Anunció, asimismo, la intención de encargar un estudio de alternativas en el que ya se deslizaba que la opción más viable sería un nuevo puente sobre el río.
Este alto cargo fue clave no sólo a la hora de dilapidar un proyecto vital para toda Andalucía como es la SE-40, sino que también maniobró para beneficiar políticamente al PSOE y que la trama criminal formada por Ábalos, Cerdán y Koldo cobrara unas mordidas al adjudicar a Acciona las obras del puente del Centenario. Porque del informe de la UCO se extrae claramente la vinculación de todas las decisiones que entre 2019 y 2021 se tomaron con las dos infraestructuras de Sevilla.
La elección del puente del Centenario
Los socialistas buscaban un acicate electoral que beneficiase al por entonces alcalde Juan Espadas, que optaba a la reelección, para lo cual Santos Cerdán apretó hasta un punto «obsesivo» –tal y como señalaba Koldo en una grabación– para que se anunciase una gran obra pública. Así lo reconoció Cerdán en el Supremo esta misma semana: hubo un debate entre tres obras. Por un lado, la ampliación del Centenario y, por otra, los túneles o el puente de la SE-40.
Optaron por la primera, que intentaron acelerar adjudicándosela por urgencia a Acciona aludiendo al mal estado de los tirantes, aunque finalmente hubo que sacarla a licitación y se firmó en julio de 2021. Justo el mismo día que Ábalos fue destituido como ministro. Un contrato que, junto a otras tres obras del Estado, permitieron que cobraran 550.000 euros en mordidas.
Esta decisión de elegir la ampliación del Centenario congeló durante años el proyecto de la SE-40 que, desde entonces, está parado. Una de las razones por las que Herrero anunció que los túneles acababan sepultados para siempre sería que, en este caso, no podría haber aplicado el mismo modus operandi porque se trataba de una obra ya adjudicada y en pleno trámite de resolución de contrato, por lo que hubo que pagar incluso lucro cesante a las constructoras.
Había que acelerar como fuese alguna de ellas. Faltaban apenas unos meses para las elecciones municipales de 2019 y se estaban ya repartiendo las mordidas, cuyo importe según la UCO se elevó hasta los cinco millones de euros por adjudicaciones en infraestructuras de toda España. La SE-40 no daba tiempo, y estaba en plenas negociaciones por la reclamación de las empresas adjudicatarias de los túneles para cobrar las millonarias indemnizaciones.
Ábalos, Cerdán y Koldo, con Herrero en el centro de la trama, se jugaron el futuro de las infraestructuras de Sevilla por un claro interés personal y político, y acabaron dinamitando su futuro. Una vez descartados los túneles, desde aquel diciembre de 2020, han pasado cinco años y el único avance ha sido el encargo a dedo a Ineco, saltándose el concurso público, de la redacción del proyecto del puente de la SE-40, que ha tenido que subcontratar más del 50% del mismo por incapacidad técnica, pese a informes contrarios de la Intervención. Y, en cuanto a la obra de ampliación del Centenario, que comenzó en 2021 pese a las prisas por anunciarlas y adjudicarlas, llevan un retraso de dos años y un sobrecoste de más del 50%, sin que se sepa ni el grado de ejecución ni la fecha final de las obras.
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