entrevista
¿Un Papa español?: «El cardenal Omella es muy parecido a Francisco, muy cercano y accesible. Y formaba parte del G-9 del Papa»
El sacerdote sevillano Antonio Mellet, oficial para la Congregación del Clero en Roma, conoció a los dos y destaca su enorme empatía con la gente
Francisco no parecía un Papa y siempre nos preguntaba antes de cada reunión si teníamos hambre o sed. O si estábamos cansados«
«Aunque no vino a Sevilla al Papa Francisco le encantaban las hermandades. En Roma hay pero no es lo mismo»

Antonio Mellet (Sevilla, 1976) se incorporó como oficial a la Congregación para el Clero en Roma hace tres años y desde entonces forma parte de la Curia vaticana. Este sacerdote, que fue párroco en La Algaba y Sevilla Este y rector de la Macarena, es ... doctor en Derecho Canónico y fue vicario judicial en el Tribunal Metropolitano. «Estuve ocho años de cura, cinco en Sevilla Este como coadjutor y tres en La Algaba, fueron años maravillosos como una gran luna de miel, de contacto con la gente y de aprender a ser cura», cuenta. Entre sus responsabilidades pastorales destacó su vinculación con la corporación macarena desde 2015 a 2022: «Estar tan cerca de la Virgen y comprobar la devoción de tantos miles de personas, no tiene precio».
-Volvamos al cónclave. Se dice que el que entra de Papa sale de cardenal.
-Creo que eso se ajusta bastante a la realidad. En el último cónclave el cardenal Jorge Bergoglio no era el favorito. Pero es cierto que en el cónclave de Benedicto, el cardenal Ratzinger entró como Papa y salió como Papa, no coo cardenal. Esto no son matemáticas y siempre hay excepciones a la regla.
-Bergoglio se convirtió en el primer Papa no europeo. ¿Cree que se repetirá eso en este cónclave?
-Puede ser pero creo que la procedencia del Papa es el asunto menos importante en este cónclave. La Iglesia está tan globalizada como la sociedad. Que sea africano, asiático o americano va a ser, a mi juicio, irrelevante, en el Papado.
-La fe cristina está retrocediendo en Europa mientras se expande en otros lugares como Latinoamérica o Asia. ¿Un Papa procedente de esos lugares no sería un mensaje de fortalecimiento para los católicos?
-Podría ser un mensaje, pero la realidad se mueve por otros derroteros. America Latina, que ha sido tan profundamente cristiana, en esta última decáda ha retrocedido el número de católicos, a pesar de contar con un Papa americano. Y han crecido, por el contrario, los adeptos a sectas pseudocristianas. Que la fe católica avance en África no quiere decir que un Papa africano tenga la varita mágica para resolver los problemas de la Iglesia.
-Uno de los papables es español, el cardenal Juan José Omella. El Corriere Della Sera lo ha incluido entre los doce favoritos. ¿Lo conoce?
-Sí, he tenido al suerte y el honor de conocerlo y de tratarlo.
-¿Y qué impresión tiene de él?
-Es un hombre muy parecido al Papa Francisco, una persona muy accesible y al trato que dispensa a los demás. Muy empático, sencillo y simpático.
-¿Tiene posibilidades de ser Papa?
-El cardenal Omella ha estado en estos doce años de Pontificado muy cerca del Papa Francisco. De hecho pertenecía al G-9, que así se denomina al grupo de cardenales y consejeros más cercanos al Papa. Él tenía una relación muy especial con el Papa y es normal que los vaticanistas le consideren uno de los favoritos para sucederle.
-¿No le sorprendería entonces que el próximo Papa fuese español?
-Salga el que salga, me sentiré sorprendidísimo. Si sale Omella, será una especie de shock para mí por haberlo tratado, y si sale otro que no conozca de nada, también saldré sorprendido.
-En tal caso, ¿qué podría significar para España tener un Papa español?
-Para España sería una alegría, sobre todo para la Iglesia española, que se sentiría muy honrada y orgullosa. Pero a nivel de Iglesia, el origen del Papa no creo que tenga ninguna relevancia especial. En el fondo, sería algo anecdótico.
-Dicen los expertos vaticanistas que de un cardenal tradicionalista o conservador puede salir un Papa progresista. Y al revés.
-Yo no creo esas etiquetas sean aplicables a la Iglesia, como dije antes. Son muy elásticas. Pero es verdad que a veces tenemos una idea preconcebida de un Papado a la luz de los acontecimientos previos como cardenal y se ha comprobado que en cada caso hay unas necesidades diferentes. Y los criterios que uno aplicaba como cardenal en un Dicasterio no los puede aplicar como Papa. No es que cambie su forma de pensar sino los criterios que tiene que aplicar en cada caso concreto. Visto desde fuera, parece un cambio de opinión, pero no es eso exactamente.
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