novedad literaria
Agustín Martínez: «Los grandes monstruos de la historia son gente normal a la que se le ha permitido todo»
El integrante de Carmen Mola presenta 'El esplendor' (Planeta), un thriller en el que el protagonista viaja a una isla con un pasado nazi
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Agustín Martínez (Lorca, Murcia, 1975) es un guionista y escritor que logró consagrarse como autor cuando se asoció a Jorge Díaz y Antonio Mercero para escribir novelas bajo el seudónimo de Carmen Mola. De hecho, los tres lograron el hito de ganar el Premio ... Planeta en 2021 con su novela 'La Bestia'. Recientemente acaba de publicar su tercera novela en solitario, 'El esplendor' (Planeta), un thriller donde el protagonista viajará a una pequeña isla del Canal de la Mancha que vivió un oscuro pasado nazi.
—¿Cómo surgió la idea de 'El esplendor'?
—La idea surgió hace unos cinco años. Parto de dos elementos. La imagen de César, el protagonista, cuando se encuentra al volver a su casa a su pareja, Rebeca, en un estado de catatonia. Intento ver quién le ha hecho daño porque tiene unas costillas rotas y pudo haber sufrido una agresión sexual. Por otro lado, también me atraía que Rebeca era una buscaherencias. Es una novela que se aleja del mundo del thriller habitual. Es difícil sorprender al lector. Mi novela va creciendo de menos a más. Es un efecto de bola de nieve al estilo de Patricia Highsmith, que es un gran referente para mí.
—La moral es un elemento que está presente en todo el libro. ¿Por qué?
—Supongo que dentro de la novela me interesaba el aspecto de la identidad y de construir identidades nuevas. Luego está el tema de la gente, que se cree que puede estar por encima del bien y del mal y que se pueden convertir en monstruos. En las noticias ves a la gente que ha perdido el miedo y la moral. La moral me parecen un elemento fundamental para seguir siendo humano.
—¿Cómo definiría a César y Rebeca?
—Son los dos personajes centrales de la novela. Son dos veinteañeros ambiciosos. La novela avanza bajo sus dos puntos de vista. Ambos van rozando lo legal y lo moral. En ese camino de buscar el mundo del lujo pierden el mundo de donde venían. Su relación de amor se basa en una especie de engaño y ambos no se cuentan su pasado. Tienen ese vacío.
—A partir de lo que le ocurre a Rebeca, César irá desentramando una historia en una pequeña isla del Canal de la Mancha.
—César llega a estas islas buscando unas respuestas y Rebeca fue para allá buscando dinero. Esa isla es hoy en día son sinónimo de paraísos fiscales. Son islas con un pasado vinculado a los nazis. En esa isla siguen en pie construcciones nazis. El territorio es una especie de espejo de los conflictos de Rebeca y César. La isla funciona como una metáfora.
—En la historia está presente el pasado nazi y los campos de concentración.
—Hemos leído mucho sobre los campos de concentración de Auschwitz o Mathausen, pero en la isla de Alderney se creó un campo de concentración a donde fueron a parar muchos españoles, además de alemanes y rusos. El Gobierno británico hizo pasar esta ocupación nazi en esas islas como una ocupación modélica, pero hace unos cinco años se descubrió lo que pasó de verdad en estas islas y no fue una ocupación modélica. En la ocupación se llamó Adolph's Island. Las víctimas pudieron ser incluso 40.000 en esa isla. Era una historia que no se conocía.
—¿Visitó alguna isla de la zona para inspirarse en esta historia?
—Todo el proceso lo he hecho con documentación. Leí el libro 'Esclavos de Hitler'. También he hecho dos viajes a la isla de Alderney. Es un lugar paradisíaco, con arena blanca y un mar que parece el Caribe, pero sabes al mismo tiempo que fue un cementerio nazi y que aún conserva construcciones de los nazis. Es un lugar muy paradisíaco, pero hubo allí mucho sufrimiento. Los barracones de los campos de concentración los desmantelaron, pero quedan aún los postes. En un descampado pueden quedar miles de personas enterradas. La entrada del campo de concentración está integrada en una casa. Son como dos postes que daban el acceso al campo de concentración. La fortaleza de la novela se alquila para pasar el fin de semana, pero antaño era un búnker y los muros eran de dos metros. Comprendes a la gente de la isla, que quiere quitarse ese pasado, pero también fue un lugar de sufrimiento. Ellos no se sienten muy cómodos. Siento que se pueda convertir en un lugar de destino turístico nazi.
—En la actualidad estamos viendo a líderes políticos que actúan sin principios morales, como Trump, Putin o Maduro.
—Era algo que inevitablemente tuve presente al escribir la novela. Jeffrey Epstein era un empresario americano megarrico. Compró una isla para celebrar orgías con menores de edad. Sus invitados eran personas de la aristocracia británica y americana. Ese límite moral lo ves en gente como Trump, Putin o Maduro, que han perdido el miedo y se mueven más allá de la moral. Pero lo que me da más miedo es que la gente pueda considerar a estas personas ídolos a seguir. Me aterra que sean modelos a imitar. Trump dijo en las otras elecciones que podía pegar un tiro en la Quinta Avenida y que podía ser presidente de los Estados Unidos. Eso pasó también en el nazismo. La brutalidad estuvo porque sabían que sus actos no iban a tener consecuencias. Se pierde el miedo a la ley y se está por encima de la opinión de los demás. Hay que pensar que los monstruos son psicópatas, pero en realidad ves que los grandes monstruos de la historia son gente normal a la que se le ha permitido todo. El poder sin control da mucho miedo. Eso lo hemos vivido muchas veces en la historia.
—¿Cómo están acogiendo los lectores la novela?
—Muy bien. Estoy muy contento por cómo los lectores están acogiendo la novela. La gente me están acogiendo un poco al margen del universo de Carmen Mola. Están adentrándose en ese universo de la isla.
—¿Hacer una novela siendo uno de los tres miembros de Carmen Mola es un arma de doble filo para un escritor?
—Es una ventaja ser miembro de Carmen Mola porque eso nos ha permitido llegar a muchos más lectores. Mis dos primeras novelas en solitario fueron bien, pero me costaba más llegar a la gente. A través de Carmen Mola, 'El esplendor' está llegando a más lectores. El lector no va a encontrar una novela de Carmen Mola en esta historia porque para eso está ya Carmen Mola. Esta es una novela distinta. Como Agustín Martínez escribo un determinado tipo de historia y como Carmen Mola, otras.
—¿Se plantea que esta historia que has escrito pueda ser llevada al formato audiovisual como ha pasado con alguna novela de Carmen Mola?
—No es algo que me plantee de inicio al escribir una novela igual que con Carmen Mola. Si llega un proyecto que sea interesante lo haré, pero con 'El esplendor' lo haré como con 'Monteperdido', que la adapté yo mismo y salió 'La caza'. Con Carmen Mola no nos hemos implicado en la adaptación. Con la serie de 'La caza' de Movistar sí que me he implicado mucho y ya vamos por la cuarta temporada.
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