Las empresas andaluzas pierden más de 210 millones por el apagón
La hostelería y el comercio son los sectores más afectados, mientras que la industria, construcción y el campo han sufrido menos caos energético
Los empresarios exigen que se conozcan las causas de la caída del suministro en profundidad

Las empresas andaluzas han perdido más de 210 millones de euros a causa del apagón masivo que dejó el lunes sin servicio eléctrico a toda la península ibérica y el sur de Francia. Ese es el cálculo que resulta si se toma como referencia el ... dato proporcionado por la CEOE, que eleva las pérdidas a 1.600 millones en toda España. La patronal nacional anunció que ese montante equivale al 0,1% del PIB. Si la región aporta algo más un 13% al producto interior bruto, la proporción que resulta son esos 210 millones de euros.
El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Javier González de Lara, lamentó la situación y pidió que se conozcan «en profundidad» las razones del mismo, con el objetivo de «poner los remedios necesarios». «Puede deberse a una fuerza mayor o cualquier circunstancia de las que se han podido decir, problemas de red, problemas de caída, de un posible ciberataque, lo ignoramos. Los empresarios no conocemos las razones por las cuales se ha producido el apagón y eso va a determinar posibles reclamaciones en los próximos días», indicó.
Industria
Las fábricas pararon las máquinas entre las dos y las cinco de la tarde, prescindiendo de los turnos de madrugada por la inestabilidad del suministro eléctrico y el agotamiento de los generadores. Este martes se retomaban la actividad a medio gas con auditorías internas previas para comprobar el estado de los sistemas y que ninguno de los procesos se viera afectado antes de reanudar la marcha.
A lo largo de la jornada se recuperó la normalidad en todos los centros productivos, como confirman fuentes de la patronal Fedeme, que representa a la industria del metal. La asociación empresarial no hizo un recuento de daños, pero recordó que muchas de estas compañías disponían de grupos electrógenos con los que han podido asumir la incidencia en una situación controlada.
Hostelería
En la hostelería no tienen todavía cálculos del impacto económico del apagón, pero la lectura general es incluso positiva. Fueron algunos hosteleros los que decidieron cerrar la persiana por el grave suceso, pero otros muchos lograron hacer el agosto y llenar las terrazas.
Y eso a pesar de los problemas operativos que provocaron la caída de los terminales de pago y la imposibilidad de muchas cocinas de encender los fuegos por ser eléctricos. A pesar de no tener aún datos concretos de pérdidas, son uno de los sectores más afectados porque al cierre se une la pérdida de género, que ha supuesto tirar a la basura miles de euros.
Comercio
Las asociaciones de comercianes de la región animaron ayer a sus asociados a «revisar la póliza del seguro» para reclamar a la compañía «el lucro cesante», es decir, la estimación de las pérdidas que han tenido durante las horas que duró el apagón. Muchos de los negocios terminaron bajando la persiana ante la incapacidad para registrar las ventas y cobrar a los clientes. Tampoco había la luz suficiente dentro de los comercios para poder hacer trabajar en condiciones de seguridad. Hasta las 12.30 horas, cuando el suministro se interrumpió, algunos apenas habían hecho el 20% de la caja que una jornada ordinaria. Las escenas se repitieron tanto a pie de calle como en los centros comerciales en los que sólo permanecieron abiertos los negocios que disponían de grupos electrógenos.
Turismo
Los hoteles han superado el apagón masivo sin grandes cancelaciones. Los clientes que no llegaron como consecuencia del parón del transporte se vieron compensados con los huéspedes que extendieron sus estancias al no poder regresar a casa.
El secretario general de la Federación Andaluza de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Fahat), Rafael Barba, explicó que se han producido «muy pocas cancelaciones» por la caída en la red eléctrica nacional del lunes, si bien detalló que se espera la anulación de reservas para el puente de mayo, «ya que al tema apagón, hay que sumar las previsiones meteorológicas» de lluvias para los próximos días. Pese a que todavía «estamos trabajando en recabar datos», señaló Barba e insistió en que «ha habido pocas incidencias en general».
Alimentación
Los supermercados fueron grandes protagonistas durante la jornada del apagón, recuperando escenas muy parecidas a las de la pandemia. Por eso mismo, el director general de la Confederación Andaluza de Empresarios de Alimentación y Perfumería (CAEA), Álvaro González Zafra, denunció las dificultades del sector de la distribución comercial, destacando que «los establecimientos comerciales, tanto mayoristas como minoristas, requieren de la electricidad para poder funcionar» con sistemas como refrigeración, informática y cajas.
Ante esta situación, González Zafra reclamó a las autoridades la máxima coordinación y protocolos de actuación claros para casos de emergencia. Tras el restablecimiento del suministro eléctrico, el representante de CAEA confirmó que «las tiendas están abiertas con normalidad» y garantizó el abastecimiento, «salvo el caso de productos concretos o retrasos en las entregas, especialmente de frescos». Ayer todavía se podían ver muchos lineales vacíos en las zonas de frutas y hortalizas y en las de embutidos y lácteos que se terminaron de reponer durante la tarde.
Puertos
El apagón masivo apenas tuvo incidencia en los puertos andaluces, donde las infraestructuras clave disponen de generador, sistemas alternativos de baterías y una planta fotovoltaica. Ese fue el caso del Puerto de Sevilla, donde se funcionó con normalidad. Fuente de la Aurtoridad Portuaria Laseguraron que «la esclusa se mantuvo operativa gracias al uso de un generador y de sistemas de alimentación que se activan en casos de emergencia. Además, esta instalación portuaria también cuenta con una planta solar con capacidad de almacenamiento para el autoconsumo.
Respecto a la actividad en los muelles, en general, no se ha visto afectada ya que la mayor parte del parque de grúas cuentan con su propio motor, solo se fue interrumpida en dos casos de grúas eléctricas.
Construcción
El sector de la construcción es uno de los que menos incidencias tuvo al ser el menos dependiente de la energía eléctrica. Los operarios que están en obras civiles como el carril Bus Vao de Mairena del Aljarafe continuaron con su actividad al disponer de maquinaria que funciona con motor de combustible. Tampoco se detuvo el trabajo en los grandes desarrollos residenciales como Palmas Altas, donde operan con generadores.
Por el contrario, sí hubo incidencias graves en grandes factorías de proveedores de la construcción, como el grupo Cosentino, que tuvo que paralizar la actividad en el parque empresarial que posee en Cantoria. No fue hasta pasadas las 11.30 de este martes cuando se reanudó el trabajo.
El campo
El campo tampoco se vio afectado. El secretario general de Asaja-Sevilla, Eduardo Martín, aseguró que se han producido «diferentes incidencias» en el sector agropecuario andaluz a consecuencia del apagón, aunque ninguna ha sido «excesivamente grave, teniendo en cuenta la no excesiva duración de la interrupción energética. Sólo destacó una circunstancia excepcional con el sector de la leche.
Martín se refirió a los problemas en los sistemas de ventilación y de alimentación automática y otros procesos mecanizados, sobre todo en la granja, en la agricultura más intensiva. Además, precisó que «sí que ha tenido una incidencia importante en el sector de la producción de leche, porque la leche ha perdido frío», lo que provocó «problemas importantes tanto en la recogida en campo como posteriormente en la industria agroalimentaria».
Combustible
El lunes las empresas de distribución de combustible trabajaron a destajo, pues fueron los ángeles custodios de hospitales, residencias de mayores, industrias y granjas. Sin embargo, desde la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) explican que el llamado 'apagón' evidenció las vulnerabilidades del sistema. Según su director general, Nacho Rabadán, una de las cosas que resultó ser un problema fue la obligación que tienen los repartidores de llevar a bordo el llamado código de referencia electrónico, un 'software' impuesto por Hacienda que fiscaliza el pago de los impuestos sobre los carburantes.
¿Cómo repartir sin conexión a Internet? En el caso de los hospitales, las empresas optaron por realizar la entrega igualmente, exponiéndose a multas de hasta 60.000 euros. Y el otro problema, asegura Rabadán, fue la electrificación de las plantas de almacenaje que suministran a los distribuidores, que en muchos casos impidió o ralentizó el proceso de entrega. Por todo ello, desde la patronal piden que se lleven a cabo las reformas legislativas necesarias para cubrir las situaciones de emergencia.
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