El Cónclave: el minucioso mecanismo para elegir a un Papa
Diseñado a lo largo de los siglos, el proceso prevé detalles muy concretos: desde el número de escrutinios a la forma de doblar las papeletas de voto o los pasos que debe seguir el sucesor recién elegido antes de aparecer ante el público
El Cónclave. Sin duda es la palabra más repetida cuando fallece un Papa. ¿Cuándo es? ¿Cómo funciona? ¿Quiénes y cuántos lo integran? ¿Cuánto pueden tardarse en tomar una decisión?
Elegir al próximo sucesor de San Pedro es un proceso minucioso y muy medido. Hay que votar con la cabeza fría y sin dejarse condicionar por el luto. Las normas vaticanas establecen que antes de que se inicie el Cónclave deben pasar al menos 15 días desde la muerte, pero no puede tardar más de 20 en empezar
Este plazo tiene como objetivo que los cardenales que viven en zonas remotas puedan tener margen suficiente para llegar a Roma e intercambiar impresiones sobre el futuro de la Iglesia y el perfil del nuevo Pontífice.
Las reglas del Cónclave se han ido mejorando a lo largo de la historia. Juan Pablo II reelaboró y unificó la legislación precedente con la constitución apostólica 'Universi Dominici Gregis', que Benedicto XVI modificó en dos ocasiones. El Papa Francisco ha preferido no tocar nada.

Los cardenales
Origen de los 133 cardenales electores
51
37
23
18
Europa
América
Asia
África
Italia, 17
América
del Sur, 17
4
España, 4
Oceanía
EE.UU., 11
Así visten
Diario
Ceremonias
Solideo
Rojo para los
cardenales
Birrete
El Papa
lo entrega
a los nuevos
cardenales
Muceta
De raso
Cruz
pectoral
Reservada
a obispos,
cardenales
y al Papa
Roqueta
Túnica blanca
corta que llega
hasta las rodillas

Los cardenales
Origen de los 133 cardenales electores
Europa
51
Italia, 17
España, 4
América
del Sur
17
América
37
EE.UU., 11
Asia
23
África
18
Oceanía
4
Así visten
Diario
Ceremonias
Birrete cardenalicio
Para los cardenales
es de color púrpura.
Durante el consistorio,
el Papa lo entrega
solemnemente a los
nuevos cardenales,
manifestando así
oficialmente su entrada
en el Colegio
Cardenalicio.
Solideo
Casquete de seda o
tela ligera que tapa
la coronilla. Su color
indica la jerarquía del
ministro: blanco para
el Papa, rojo para los
cardenales, verde
para los obispos.
Muceta
Esclavina de raso
abotonada que llega
a la altura de los
codos. Es del mismo
color que el solideo.
Cruz pectoral
Está reservada a
obispos, cardenales
y al Papa.
Roqueta
Túnica corta de
tela blanca
rematada con
puntillas que llega
hasta las rodillas.

Los cardenales
Origen de los 133 cardenales electores
Italia, 17
Europa
51
España, 4
América
del Sur
17
América
37
EE.UU., 11
Asia
24
África
18
Oceanía
4
Así visten
Birrete cardenalicio
Para los cardenales es de
color púrpura. Durante el
consistorio, el Papa lo entrega
solemnemente a los nuevos
cardenales, manifestando así
oficialmente su entrada en el
Colegio Cardenalicio.
Diario
Ceremonias
Solideo
Casquete de seda o tela
ligera que tapa la coronilla.
Su color indica la jerarquía
del ministro: blanco para el
Papa, rojo para los
cardenales, verde para los
obispos.
Cruz pectoral
Está reservada a
obispos, cardenales
y al Papa.
Muceta
Esclavina de raso
abotonada que llega
a la altura de los
codos. Es del mismo
color que el solideo.
Roqueta
Túnica corta de tela blanca
rematada con puntillas
que llega hasta las rodillas.

Los cardenales
Origen de los 133 cardenales electores
Italia, 17
Europa
51
España, 4
América
del Sur
17
América
37
EE.UU., 11
Asia
23
África
18
Oceanía
4
Así visten
Birrete cardenalicio
Para los cardenales es de color púrpura.
Durante el consistorio, el Papa lo entrega
solemnemente a los nuevos cardenales,
manifestando así oficialmente su entrada
en el Colegio Cardenalicio.
Diario
Ceremonias
Solideo
Casquete de seda o tela ligera
que tapa la coronilla. Su color
indica la jerarquía del ministro:
blanco para el Papa, rojo para
los cardenales, verde para los
obispos.
Cruz pectoral
Está reservada a
obispos, cardenales
y al Papa.
Muceta
Esclavina de raso
abotonada que llega
a la altura de los
codos. Es del mismo
color que el solideo.
Roqueta
Túnica corta de tela blanca
rematada con puntillas
que llega hasta las rodillas.
Actualmente, sólo pueden votar los cardenales menores de 80 años, llamados técnicamente «cardenales electores». Es un grupo muy variado formado por 135 purpurados de todos los continentes (en la elección del sucesor de Francisco votarán 133, ya que dos no podrán asistir por motivos de salud).
Teóricamente puede elegir Papa a cualquier católico que reúna las condiciones para ser «obispo de Roma». En la práctica, el número de candidatos se reduce a los cardenales que entran en la Capilla Sixtina para votar.
Durante el Cónclave, se encerrarán en el Vaticano hasta que elijan un nuevo Pontífice. No podrán mantener contacto con el exterior, ni leer la prensa, ver la televisión, hacer o recibir llamadas, enviar correos o tuitear. Se confinarán en Casa Santa Marta para dormir, comer y celebrar misa. Saldrán de allí solo para ir, a pie o en autobús, hasta la Capilla Sixtina, y nadie se les podrá acercar durante el recorrido.

La casa Santa Marta
La manda construir Juan
Pablo II para albergar a
los 115 cardenales que
habrán de participar en el
Cónclave para elegir a su
sucesor. Consta de106
suites y 122 habitaciones.
Unos 400 metros
separan la casa Santa Marta de la Capilla Sixtina
Capilla Sixtina
El primer Cónclave celebrado en la Capilla Sixtina fue en 1492. Desde 1878 es sede estable.

La casa Santa Marta
La manda construir Juan
Pablo II para albergar a
los 115 cardenales que
habrán de participar en el
Cónclave para elegir a su
sucesor. Consta de106
suites y 122 habitaciones.
Capilla Sixtina
El primer Cónclave celebrado en la Capilla Sixtina fue en 1492. Desde 1878 es sede estable.
Unos 400 metros
separan la casa Santa Marta de la Capilla Sixtina

La casa Santa Marta
La manda construir Juan
Pablo II para albergar a
los 115 cardenales que
habrán de participar en el
Cónclave para elegir a su
sucesor. Consta de106
suites y 122 habitaciones.
Unos 400 metros
separan la casa Santa Marta de la Capilla Sixtina
Capilla Sixtina
El primer Cónclave celebrado
en la Capilla Sixtina fue en 1492.
Desde 1878 es sede estable.

La casa
Santa Marta
La manda construir Juan
Pablo II para albergar a
los 115 cardenales que
habrán de participar en el
Cónclave para elegir a su
sucesor. Consta de106
suites y 122 habitaciones.
Unos 400 metros
separan la casa Santa Marta de la Capilla Sixtina
Capilla Sixtina
El primer Cónclave celebrado
en la Capilla Sixtina fue en 1492.
Desde 1878 es sede estable.
'Extra omnes'
Cuando entren en la Capilla Sixtina, apoyarán la mano sobre los Evangelios y jurarán guardar secreto de las deliberaciones y respetar las reglas del Cónclave. Inmediatamente después, el maestro de ceremonias pronunciará el famoso «Extra omnes», «Todos fuera», o «que no quede nadie dentro» para invitar a salir a quien no sea cardenal.
Después, se cerrarán las puertas de la capilla, escucharán una última meditación sobre la responsabilidad que les incumbe, y dará inicio al delicado proceso de votación. Los imponentes frescos del Juicio Final trazados por Miguel Ángel les recordarán que Dios les va a pedir cuentas del nombre que escriban en su papeleta.
Las reglas son muy sencillas: el único mecanismo es el voto secreto; no son válidas elecciones por proclamación o por compromisarios, como en el pasado. Para ser elegido, hacen falta al menos dos tercios de los votos, o dos tercios más uno si no puede hacerse una división neta; y no pueden hacerse promesas electorales o pactos, ni aceptar vetos de ninguna clase, por ejemplo, por parte de gobiernos, instituciones religiosas, etnias o multinacionales.

Primeros pasos
A lo largo del Siglo XX nunca fueron
necesarios más de cuatro días para elegir
a un Papa, y las últimas elecciones fueron
rápidas: dos días para Juan Pablo II,
y también dos para Benedicto XVI.
Antes de las votaciones se eligen por
sorteo, entre todos los electores, tres
grupos de tres cardenales que oficiarán y
supervisarán la votación.
Revisores
Supervisan
la votación
Escrutadores
Recogen
los votos
Infirmari
Revisan los votos y recogen los de los
cardenales enfermos que se encuentran
en la Casa Santa Marta y no pueden
desplazarse a la Capilla Sixtina
Votaciones
Los Ceremonieros preparan y entregan
por lo menos dos o tres papeletas a cada
cardenal elector.
La papeleta lleva impresa la frase
‘Eligo in Summum Pontificem’.
Debajo, los cardenales escribirán el nombre del candidato.
Cada cardenal toma una papeleta y,
disfrazando su letra, escribe su
elección para Papa.
La papeleta debe doblarse
dos veces.
Uno por uno,
los cardenales
se dirigen al altar
La urna está
depositada allí
La papeleta se coloca sobre una patena
(una placa metálica poco profunda que
contiene obleas de pan durante la misa),
desde donde se desliza hacia la urna. Una
vez depositado el voto el cardenal se
inclina ante el altar y vuelve a su sitio.
Hay tres urnas:
una para las papeletas de los presentes,
otra para los enfermos y la última para
mezclarlas antes de quemarlas.
Son de plata y bronce.
Escrutinio
El primer componente de la mesa
remueve los votos, ve el nombre y lo
pasa al segundo. El segundo verifica el
nombre y lo pasa al tercero. El tercero lo
lee y lleva la contabilidad de los votos.
Las papeletas se van
perforando con aguja e hilo
a través de la palabra Eligo (Elijo en latín).
Al terminar la lectura de los nombres, se
atan los extremos del hilo.
Para que la elección sea válida, se
requieren dos tercios de los votos. Si el
número de electores no puede dividirse en
tres partes iguales, se requiere un voto
más. Tras la modificación de la norma del
Cónclave, introducida por Benedicto XVI en
junio de 2007, el próximo Papa deberá ser
elegido por una mayoría cualificada de dos
tercios de los cardenales.
Tras cada ronda
de votaciones,
las papeletas se
queman con paja.
Si la votación no resulta
concluyente, se añade un producto
químico al quemar los votos que
producirá un humo gris oscuro.
No hay Papa.
Si los votos se queman con paja
húmeda, el humo es blanco.
Hay Papa.
Los votos son revisados por los tres
cardenales antes de ser quemadas en un
horno que se encuentra en el frontal de
cabecera de la Capilla Sixtina.

Primeros pasos
A lo largo del Siglo XX nunca fueron necesarios más de cuatro días para elegir
a un Papa, y las últimas elecciones fueron rápidas: dos días para Juan Pablo II,
y también dos para Benedicto XVI.
Antes de las votaciones se eligen por sorteo, entre todos los electores, tres
grupos de tres cardenales que oficiarán y supervisarán la votación.
Revisores
Supervisan la votación
Escrutadores
Recogen los votos
Infirmari
Revisan los votos. También recogen los votos de los
cardenales enfermos que se encuentran en la Casa Santa
Marta y no pueden desplazarse a la Capilla Sixtina
Votaciones
Los Ceremonieros preparan y entregan por lo menos dos o tres papeletas a cada
cardenal elector. La papeleta lleva impresa la frase «Eligo in Summum Pontificem».
Debajo, los cardenales escribirán el nombre del candidato.
La papeleta
debe doblarse
dos veces.
Luego dobla el papel a lo largo y lo sostiene en alto para que todos lo vean.
Cada cardenal toma una papeleta y,
disfrazando su letra, escribe su
elección para Papa.
Uno por uno,
los cardenales se dirigen al altar
La urna está
en el altar
Hornos
La papeleta se coloca
sobre una patena (una
placa metálica poco
profunda que contiene
obleas de pan durante la
misa), desde donde se
desliza hacia la urna. Una
vez depositado el voto el
cardenal se inclina ante el
altar y vuelve a su sitio.
Durante el Cónclave,
el suelo se eleva
hasta la altura del
altar y se accede
por una rampa
Hay tres urnas:
una para las papeletas de los presentes, otra para los enfermos y la última para
mezclarlas antes de quemarlas. Son de plata y bronce, del artista Bonanotte.
Escrutinio
El primer componente de la mesa remueve los votos, ve el nombre y lo pasa al segundo. El segundo verifica el nombre y lo pasa al tercero. El tercero lo lee y lleva la contabilidad de los votos.
Las papeletas se
van perforando con
aguja e hilo a través
de la palabra Eligo (Elijo en latín).
Al terminar la lectura de los nombres, se atan los extremos del hilo.
Para que la elección sea válida, se requieren dos tercios de los votos. Si el número de electores
no puede dividirse en tres partes iguales, se requiere un voto más. Tras la modificación de la
norma del Cónclave, introducida por Benedicto XVI en junio de 2007, el próximo Papa deberá
ser elegido por una mayoría cualificada de dos tercios de los cardenales.
Si la votación no
resulta concluyente,
se añade un producto
químico al quemar los
votos que producirá
un humo gris oscuro.
No hay Papa.
Si los votos se
queman con paja
húmeda, el humo
es blanco.
Hay Papa.
Tras cada ronda
de votaciones,
las papeletas se
queman con paja.
Los votos son revisados por los tres cardenales antes de ser quemados en un horno que
se encuentra en el frontal de cabecera de la Capilla Sixtina.

Primeros pasos
A lo largo del Siglo XX nunca fueron necesarios más de cuatro días para elegir a un Papa, y las últimas elecciones fueron rápidas: dos días para Juan Pablo II, y también dos para Benedicto XVI.
Antes de las votaciones se eligen por sorteo, entre todos los electores, tres grupos
de tres cardenales que oficiarán y supervisarán la votación.
Revisores
Supervisan
la votación
Escrutadores
Recogen los votos
Infirmari
Revisan los votos.
También recogen los votos de los cardenales enfermos
que se encuentran en la Casa Santa Marta y no pueden desplazarse
a la Capilla Sixtina
Votaciones
Los Ceremonieros preparan y entregan por lo menos dos o tres papeletas a cada cardenal elector.
La papeleta lleva impresa la frase «Eligo in Summum Pontificem».
Debajo, los cardenales escribirán el nombre del candidato.
La papeleta
debe doblarse dos veces.
Cada cardenal toma una papeleta y,
disfrazando su letra, escribe su
elección para Papa.
Luego dobla el papel a lo largo y lo sostiene
en alto para que todos lo vean.
Uno por uno,
los cardenales se dirigen al altar
La urna está
en el altar
Hornos
Durante el Cónclave, el suelo se eleva hasta la altura del altar y se accede
por una rampa
La papeleta se coloca sobre
una patena (una placa
metálica poco profunda que
contiene obleas de pan
durante la misa), desde
donde se desliza hacia la
urna. Una vez depositado
el voto el cardenal se inclina
ante el altar y vuelve
a su sitio
Hay tres urnas:
una para las papeletas de los presentes, otra para los enfermos y la última para mezclarlas
antes de quemarlas. Son de plata y bronce, del artista Bonanotte.
Escrutinio
El primer componente de la mesa remueve los votos, ve el nombre y lo pasa al segundo. El segundo
verifica el nombre y lo pasa al tercero. El tercero lo lee y lleva la contabilidad de los votos.
Las papeletas se van perforando con
aguja e hilo a través de la palabra Eligo (Elijo en latín).
Al terminar la lectura de los nombres, se atan los extremos del hilo.
Para que la elección sea válida, se requieren dos tercios de los votos. Si el número de electores
no puede dividirse en tres partes iguales, se requiere un voto más. Tras la modificación de la
norma del Cónclave, introducida por Benedicto XVI en junio de 2007, el próximo Papa deberá ser
elegido por una mayoría cualificada de dos tercios de los cardenales
Tras cada ronda de
votaciones, las
papeletas se
queman con paja.
Si la votación no
resulta concluyente,
se añade un producto
químico al quemar los
votos que producirá
un humo gris oscuro.
No hay Papa.
Si los votos se
queman con paja
húmeda, el humo
es blanco.
Hay Papa.
Los votos son revisados por los tres cardenales antes de ser quemados en un horno que se
encuentra en el frontal de cabecera de la Capilla Sixtina.

Primeros pasos
A lo largo del Siglo XX nunca fueron necesarios más de cuatro días para elegir a un Papa, y las
últimas elecciones fueron rápidas: dos días para Juan Pablo II, y también dos para Benedicto XVI.
Antes de las votaciones se eligen por sorteo, entre todos los electores, tres grupos
de tres cardenales que oficiarán y supervisarán la votación.
Revisores
Supervisan
la votación
Escrutadores
Recogen los votos
Infirmari
Revisan los votos.
También recogen los votos de los cardenales enfermos
que se encuentran en la Casa Santa Marta y no pueden desplazarse
a la Capilla Sixtina
Votaciones
Los Ceremonieros preparan y entregan por lo menos dos o tres papeletas a cada cardenal elector.
La papeleta lleva impresa la frase «Eligo in Summum Pontificem».
Debajo, los cardenales escribirán el nombre del candidato.
La papeleta
debe doblarse
dos veces.
Cada cardenal toma una papeleta y,
disfrazando su letra, escribe su
elección para Papa.
Luego dobla el papel a lo largo y lo sostiene
en alto para que todos lo vean.
Uno por uno,
los cardenales se dirigen al altar
La urna está
en el altar
Hornos
Durante el Cónclave,
el suelo se eleva
hasta la altura del
altar y se accede
por una rampa
La papeleta se coloca sobre
una patena (una placa metálica
poco profunda que contiene
obleas de pan durante la misa),
desde donde se desliza hacia la
urna. Una vez depositado el
voto el cardenal se inclina ante
el altar y vuelve a su sitio.
Hay tres urnas:
una para las papeletas de los presentes, otra para los enfermos y la última para mezclarlas
antes de quemarlas. Son de plata y bronce, del artista Bonanotte.
Escrutinio
El primer componente de la mesa remueve los votos, ve el nombre y lo pasa al segundo. El segundo
verifica el nombre y lo pasa al tercero. El tercero lo lee y lleva la contabilidad de los votos.
Las papeletas se
van perforando con
aguja e hilo a través
de la palabra Eligo
(Elijo en latín).
Al terminar la lectura de los nombres, se atan los extremos del hilo.
Para que la elección sea válida, se requieren dos tercios de los votos. Si el número de electores
no puede dividirse en tres partes iguales, se requiere un voto más. Tras la modificación de la
norma del Cónclave, introducida por Benedicto XVI en junio de 2007, el próximo Papa deberá ser
elegido por una mayoría cualificada de dos tercios de los cardenales.
Tras cada ronda de
votaciones, las papeletas
se queman con paja.
Si la votación no
resulta concluyente,
se añade un producto
químico al quemar los
votos que producirá
un humo gris oscuro.
No hay Papa.
Si los votos se
queman con paja
húmeda, el humo
es blanco.
Hay Papa.
Los votos son revisados por los tres cardenales antes de ser quemados en un horno que se
encuentra en el frontal de cabecera de la Capilla Sixtina.
El primer día habrá sólo un escrutinio, y en el resto de sesiones, cuatro, dos por la mañana y dos por la tarde. Si después de 34 escrutinios ningún candidato ha alcanzado los dos tercios de preferencias, se puede pasar a elegir entre los dos más votados, que no podrán votar, y seguirán necesitando dos tercios de los apoyos.
Es uno de los cambios establecidos por Benedicto XVI. Hasta entonces, a partir del escrutinio número 35 bastaba la mayoría simple para ser elegido Papa, lo que hacía posible elegir a un candidato sin amplio consenso. También Benedicto permitió que los cardenales adelanten la fecha de inicio del Cónclave, si todos los electores están en Roma y lo aprueban de común acuerdo.
'Fumata blanca'
La chimenea sobre la Capilla Sixtina informará con señales de humo sobre el resultado de las votaciones. Después del recuento, las papeletas se queman en una «estufa» y se añaden productos químicos para colorear el humo. Si es negro, significa que no hay acuerdo. Si es blanco, «fumata bianca», significa que ya ha sido elegido el Pontífice. En caso de humo gris, para salir de dudas, la elección será confirmada por el repique de las campanas de San Pedro.
La primera votación es la más importante pues mostrará quiénes son los dos o tres candidatos que realmente reúnen apoyos, de forma que las sucesivas votaciones van a mostrar hacia cuál de ellos se desplazan el resto de los votos. Los resultados no trascenderán hasta que sean filtrados después de la elección.

Así fue el Cónclave de 2013
Escrutinios y recuentos
Jorge Mario
Bergoglio
Buenos Aires,
Argentina
(1936)
Angelo
Scola
Malgrate,
Italia
(1941)
Marc Armand
Ouellet
La Motte,
Canadá
(1944)
Escrutinios
Día 1
Día 2
1
2
3
5
4
26
45
30
56
67
22
38
85
41
32
20
24
15
13
8
60
31
26
26
25
Resto
Los últimos sucesores
de San Pedro
Duración de los Cónclaves
Días
Escrutinios
3º
Pío XII
2-3-1939
1
11º
Juan XXIII
28-10-1958
3
6º
Pablo VI
21-6-1963
2
4º
Juan Pablo I
26-8-1978
1
8º
Juan Pablo II
16-10-1978
2
4º
Benedicto XVI
19-4-2005
2
5º
Francisco I
13-3-2013
2

Así fue el Cónclave de 2013
Escrutinios y recuentos
Jorge Mario
Bergoglio
Buenos Aires,
Argentina (1936)
Angelo
Scola
Malgrate,
Italia (1941)
Marc Armand
Ouellet
La Motte,
Canadá (1944)
Escrutinios
Resto
1
26
30
22
60
Día 1
45
38
24
2
31
Día 2
3
56
41
15
26
4
67
32
13
26
5
20
8
85
25
Los últimos sucesores de San Pedro
Duración de los Cónclaves
Días
Escrutinios
11º
8º
6º
5º
4º
4º
3º
3
2
2
2
2
1
1
Francisco I
13-03-2013
Benedicto XVI
19-04-2005
Juan Pablo II
16-10-1978
Juan Pablo I
26-08-1978
Pablo VI
21-06-1963
Juan XXIII
28-10-1958
Pío XII
2 -03-1939

Así fue el Cónclave de 2013
Escrutinios y recuentos
Jorge Mario
Bergoglio
Buenos Aires,
Argentina (1936)
Angelo
Scola
Malgrate,
Italia (1941)
Marc Armand
Ouellet
La Motte,
Canadá (1944)
Escrutinios
Resto
1
Día 1
26
30
22
60
2
45
38
24
31
Día 2
Mañana
3
56
41
15
26
4
67
32
13
26
Tarde
5
20
8
25
85
Los últimos sucesores de San Pedro
Duración de los Cónclaves
11º
Días
Escrutinios
8º
6º
5º
4º
4º
3º
3
2
2
2
2
1
1
Pablo VI
21-06-1963
Juan XXIII
28-10-1958
Francisco I
13-03-2013
Benedicto XVI
19-04-2005
Juan Pablo II
16-10-1978
Juan Pablo I
26-08-1978
Pío XII
2 -03-1939

Así fue el Cónclave de 2013
Escrutinios y recuentos
Jorge Mario
Bergoglio
Buenos Aires,
Argentina (1936)
Angelo
Scola
Malgrate,
Italia (1941)
Marc Armand
Ouellet
La Motte,
Canadá (1944)
Escrutinios
Resto
1
Día 1
26
30
22
60
2
45
38
24
31
Día 2
3
56
41
15
26
4
67
32
13
26
5
20
8
25
85
Los últimos sucesores de San Pedro
Duración de los Cónclaves
11º
Días
Escrutinios
8º
6º
5º
4º
4º
3º
3
2
2
2
2
1
1
Juan Pablo II
16-10-1978
Juan Pablo I
26-08-1978
Pablo VI
21-06-1963
Juan XXIII
28-10-1958
Pío XII
2 -03-1939
Francisco I
13-03-2013
Benedicto XVI
19-04-2005
Una vez revisadas todas las papeletas y confirmado que un cardenal ha recibido más de dos tercios, quien lleve menos tiempo como cardenal saldrá de la Capilla Sixtina y avisará al maestro de ceremonias y al secretario del Colegio de cardenales. Ellos entrarán y, junto al cardenal decano, se acercarán al elegido y le harán dos importantes preguntas.
«¿Aceptas tu elección canónica como Sumo Pontífice?»
Si acepta, a partir de ese momento exacto se convertirá en Papa.
«¿Con qué nombre quieres ser llamado?»
Luego, el Pontífice se retirará a la sacristía de la Capilla Sixtina para ponerse por primera vez la sotana blanca. Esa habitación se llama Sala de las lágrimas, en una referencia a la conmoción con la que entra el nuevo sucesor de Pedro.
Mientras se esté cambiando, se quemarán las papeletas, el humo blanco saldrá por la chimenea, y la noticia de la elección dará la vuelta al mundo.

Así aparecerá vestido
el nuevo Papa
Solideo
El color blanco está reservado
para el Pontífice. Solo puede
quitárselo ante Dios
Muceta
Sólo la del
Papa es roja
(blanca en
Pascua)
Cruz pectoral
Reservada al
Papa, obispos
y cardenales
Anillo del
pescador
Se rompe la
montura con
el nombre del
fallecido y se
fabrica una
nueva
Roquete
Túnica corta
blanca con
puntillas
Sotana
blanca
Estola
Símbolo de
los poderes
sagrados:
pastor, maestro
y guía hacia la
vida eterna
Zapatos rojos
Simboliza la
sangre de Cristo y
de los mártires

Así aparecerá vestido el nuevo Papa
Solideo
Casquete de seda, blanco
en el caso del Papa. Solo
pueden quitárselo “ante
Dios”. Los cardenales y
obispos, en señal de
respeto ante el Vicario de
Cristo (el Papa).
Cruz pectoral
Cruz grande de metal
ricamente adornada, que
está reservada a obispos,
cardenales y al Papa.
Anillo papal
Se rompe la montura con el
nombre del Pontífice
colocada en el «anillo de los
pescadores». Se fabrica una
nueva para el próximo Papa.
Capa o muceta
Esclavina de raso
abotonada delante que
llega a la altura de los
codos. Solo la del
Pontífice es de color rojo
(blanco en Pascua).
Estola
Cinta de entre 15 y 20 cm
blanca o de colores según la
ocasión. El Papa recién elegido
suele llevar una antigua.
Es el símbolo de los poderes
sagrados que recibe: como
pastor que lleva a sus ovejas
sobre sus hombros, como
maestro que enseña a sus
discípulos; como guía que
conduce a las almas hacia la
vida eterna.
Roquete
Túnica corta de tela
blanca rematada con
puntillas y que llega
hasta las rodillas.
Sotana blanca
Zapatos rojos
Simboliza la sangre de Cristo y de los mártires, es decir,
de las personas que eligieron sufrir o morir antes que
renunciar a la fe.

Así aparecerá vestido el nuevo Papa
Solideo
Casquete de seda, blanco en el
caso del Papa. Solo pueden
quitárselo “ante Dios”. Los
cardenales y obispos, en señal de
respeto ante el Vicario de Cristo
(el Papa).
Cruz pectoral
Cruz grande de metal ricamente
adornada, que está reservada a
obispos, cardenales y al Papa.
Anillo papal
Se rompe la montura con el
nombre del Pontífice colocada
en el «anillo de los pescadores».
Se fabrica una nueva para el
próximo Papa.
Capa o muceta
Esclavina de raso abotonada
delante que llega a la altura de los
codos. Solo la del Pontífice es de
color rojo (blanco en Pascua).
Roquete
Túnica corta de tela
blanca rematada con
puntillas y que llega
hasta las rodillas.
Estola
Cinta de entre 15 y 20 centímetros
blanca o de colores según la ocasión.
El Papa recién elegido suele llevar una
antigua.
Es el símbolo de los poderes sagrados
que recibe: como pastor que lleva a
sus ovejas sobre sus hombros, como
maestro que enseña a sus discípulos;
como guía que conduce a las almas
hacia la vida eterna.
Sotana blanca
Zapatos rojos
Simboliza la sangre de Cristo y de los mártires, es decir,
de las personas que eligieron sufrir o morir antes que
renunciar a la fe.

Así aparecerá vestido el nuevo Papa
Solideo
Casquete de seda, blanco en el
caso del Papa. Solo pueden
quitárselo “ante Dios”. Los
cardenales y obispos, en señal de
respeto ante el Vicario de Cristo
(el Papa).
Cruz pectoral
Cruz grande de metal ricamente
adornada, que está reservada a
obispos, cardenales y al Papa.
Anillo papal
Se rompe la montura con el
nombre del Pontífice colocada
en el «anillo de los pescadores».
Se fabrica una nueva para el
próximo Papa.
Capa o muceta
Esclavina de raso abotonada
delante que llega a la altura de los
codos. Solo la del Pontífice es de
color rojo (blanco en Pascua).
Roquete
Túnica corta de tela
blanca rematada con
puntillas y que llega
hasta las rodillas.
Estola
Cinta de entre 15 y 20 centímetros
blanca o de colores según la ocasión.
El Papa recién elegido suele llevar una
antigua.
Es el símbolo de los poderes sagrados
que recibe: como pastor que lleva a
sus ovejas sobre sus hombros, como
maestro que enseña a sus discípulos;
como guía que conduce a las almas
hacia la vida eterna.
Sotana blanca
Zapatos rojos
Simboliza la sangre de Cristo y de los mártires, es decir,
de las personas que eligieron sufrir o morir antes que
renunciar a la fe.
El cardenal «protodiácono» de los votantes, actualmente el francés Dominique Mamberti, se asomará al balcón central de la basílica de San Pedro para pronunciar y revelar quién es y qué nombre ha escogido.
¡Habemus Papam!
El nuevo Pontífice saldrá poco después al balcón y dará su primer discurso y la primera bendición Urbi et orbi.

Infografía: Julián de Velasco, Javier Torres
Texto: Javier Martínez Brocal
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