William Goh Seng Chye, arzobispo de Singapur: «En Asia, la Iglesia puede ayudar a reavivar la fe en continentes donde está muriendo»
Cree que es más importante un Papa que evangelice que uno que resuelva la bancarrota vaticana
Quién es quién en el cónclave que elegirá al nuevo Papa
Cónclave para el nuevo Papa, en directo: fumata blanca o negra, candidatos, votación y última hora desde el Vaticano hoy

Lo tiene todo: Sus padres son chinos, él trabajó dos años en Barclays Bank antes de entrar en el seminario y estudió Teología en Roma. Aquí sorprende la libertad con la que el cardenal William Goh Seng Chye, de 67 años, arzobispo de Singapur, habla ... del futuro de la Iglesia y de las conversaciones para encontrar un Papa a pocas horas del cónclave. No tiene miedo a dar explicaciones porque en su país los católicos son minoría. Dicen de él que «es una mezcla de cercanía con las personas y claridad doctrinal». Estudió dos años en Roma y habla bien italiano. Ojo que, aunque aparece en pocas listas de papables puede dar la sorpresa.
—¿Parte con mucha fuerza la candidatura del cardenal Pietro Parolin?
—No lo sabemos, no hemos empezado a votar. Todo puede cambiar. Todo depende del Espíritu Santo, que a veces sorprende.
—Al principio de las reuniones se decía que el próximo Papa sería asiático...
—No estoy seguro de que el nuevo Papa venga de Oriente. La clave es de encontrar el Papa adecuado, el sucesor de Pedro adecuado para nuestro pueblo. Un Pastor para toda la Iglesia.
—¿Usted ha elegido ya a su candidato?
—Yo sigo escuchando. Es importante que haya muchas intervenciones en el precónclave, poder escuchar a todos. No sé todavía a quién votaré.
—¿Cómo se está preparando?
—Escuchando, escuchando todas las intervenciones. Y rezando.
—¿Cómo van esas reuniones del precónclave?
—Cada cardenal tiene una experiencia diferente. Nuestra fe tiene que ver con la propia vida. Entonces, al escuchar perspectivas diferentes entiendes la inmensidad de la Iglesia. Y mirándola tratamos de encontrar soluciones, formas de llegar a todos.
—¿De qué están hablando los asiáticos?
—En el mundo hay zonas donde la Iglesia está floreciendo y otras donde están muriendo. Podemos aprender unos de otros, especialmente aprender de África y Asia, donde la fe es vibrante, está viva. Tendremos que inspirar a Iglesias ya establecidas, pero que quizá estén teniendo dificultades para reavivar su fe.
—Con tantos cardenales, ¿es difícil entenderse?
—Es bueno que el Papa Francisco hiciera cardenales de todo el mundo, porque la Iglesia es católica, que significa universal, es bueno que todos puedan expresar sus puntos de vista. La idea es que todos tengan la oportunidad de hablar. Cuantos más hablen, mejor, porque nos ayuda a reconocer los retos de la Iglesia en todo el mundo.
Cónclave
«La idea es que todos tengan la oportunidad de hablar. Cuantos más hablen, mejor, porque nos ayuda a reconocer los retos de la Iglesia en todo el mundo»
—¿Qué corrientes hay en el precónclave?
—No me gusta etiquetar a la gente entre reformistas y conservadores. Intentamos ser cardenales católicos. Católico significa universal. Nos une que buscamos el bien de la Iglesia. Por eso hay que escuchar la perspectiva de la diferencia, escuchar a todos para tener una perspectiva católica de toda la Iglesia. De lo contrario, seríamos unilaterales, con el peligro de atender sólo a un grupo de personas. La Iglesia se dirige a todos.
—¿Qué deberes van a dar al Papa?
—Me gusta pensar que, como el próximo Papa está en estas reuniones, aunque no sabemos quién será, está escuchando las necesidades y retos que menciona cada cardenal, y cuando será elegido tendrá una idea de lo que necesita la Iglesia.
—Aparte de esas congregaciones generales, ¿están manteniendo otros encuentros?
—También nos reunimos en pequeños grupos, sí. Pero para mí son más importantes las intervenciones en las congregaciones, porque se escuchan diferentes puntos de vista y se ve que el Papa deberá ocuparse de todo el mundo, no sólo de una parte. Le digo una cosa, hay tantos retos y expectativas, que no creo que ningún Papa pueda abarcarlos, no un hay candidato perfecto.
—¿Y si no hay un candidato perfecto?
—Después de todo lo que estamos diciendo, el Papa tendrá una idea de todas las cosas de las que hay que ocuparse, y por eso espero que encuentre a las personas adecuadas para ayudarle en esta tarea.
—¿Usted qué prioridades ve para la Iglesia?
—La evangelización, cómo hacer que la Iglesia sea relevante en este tiempo, cómo llegar a los jóvenes, cómo mostrar un rostro de amor y alegría, esperanza, porque muchas personas están pasándolo mal, están tratando de encontrar sentido, entre ellos muchos jóvenes que sólo viven para el hoy sin un enfoque en la vida. Por eso es importante que el Papa pueda llegar a todos, a los marginados, a los jóvenes y a los ancianos. Necesitamos un Superman.
«Es importante que el Papa pueda llegar a todos, a los marginados, a los jóvenes y a los ancianos. Necesitamos un Superman»
—¿Es un problema la situación financiera del Vaticano?
—Es uno de los desafíos, pero pienso que si contratas a las personas adecuadas para gestionar los fondos, darás eficacia y transparencia, lo que ayudará a que la gente confíe en la Iglesia y haga donaciones. Pero lo más importante no es el dinero, no es que nos falten fondos. Es la evangelización…
—¿Y si la Santa Sede entra en bancarrota?
—Si estás preocupado por el dinero, los fondos no vendrán porque estás pensando en términos de números, en términos de proyectos. Nuestro verdadero proyecto es la conversión del corazón de la gente... Tenemos que evangelizar. Si nunca encuentran con Jesús, todo esto es secundario. Si la evangelización es lo primero, los fondos llegarán.
—Una curiosidad, ¿están hablando también sobre la situación de la mujer en el mundo?
—Sólo tenemos unos minutos para hablar, cada cardenal aborda un aspecto diferente. Se ha hablado de la situación de la mujer, pero es uno de los muchos temas que se han mencionado.
—¿Qué piensa del caso del cardenal Angelo Becciu, que renunció a participar en el cónclave a petición del Papa?
—No estoy al tanto. Son historias que escucho en el hemisferio norte.
—¿Cómo va usted a ir a la Capilla Sixtina el miércoles?
—Voy en espíritu de fe, en espíritu de oración.
—¿Tiene miedo de que puedan votarle a usted?
—No, yo sólo soy un Juan el Bautista, uno que prepara el terreno.
—¿Hay muchos que querrían este trabajo de Papa?
—¡Pero si es un peso enorme! No es un trabajo. No es algo que deseamos como cargo, es un martirio. Ya ser cardenal es un martirio, un autosacrificio. La cuestión es si tienes la vocación de Papa. Creo que la pregunta más importante es cómo quiere Dios que le sirvas.
—Veo que en su cruz pectoral hay una paloma.
—En ella aparece el Espíritu Santo.
—Tenga cuidado, que estos días se puede fijar en usted…
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