Urtasun: «Tengo un problema: la Comunidad de Madrid ha decidido hacerme oposición»

«Hemos estado en contacto con la familia y hemos mostrado nuestra predisposición a la Comunidad de Madrid de participar en una operación de protección patrimonial», se defendió Urtasun. «Tanto es así que yo me dirigí por carta, abiertamente, al Gobierno de la señora Ayuso, proponiéndole una adquisición compartida para la protección patrimonial de la casa. Lo que yo tengo que lamentar es que la respuesta que yo he recibido del Gobierno de la señora Ayuso ha sido un no rotundo», añadió. «La señora Ayuso me respondió que no, porque yo tengo la sensación de que estaba más preocupada de abrir una guerra institucional con el Ministerio de Cultura que de proteger la casa de Vicente Aleixandre».

Las cosas no ocurrieron exactamente como relató el ministro, y así se lo rebatió la senadora María José Ortega, del PP. Fue la Comunidad de Madrid, en concreto el consejero de Cultura, Mariano de Paco, quien en febrero de 2024 envió una carta al ministro para abordar conjuntamente la adquisición de la vivienda. Urtasun tardó once meses en responder esa carta. En ese tiempo, la Comunidad de Madrid ya había anunciado públicamente su disposición a comprar la casa en solitario, y de hecho llegó a un acuerdo con una parte de los herederos al término de la segunda subasta para adquirirla. Un juez anuló esta operación y solo entonces, once meses después de la carta de De Paco, Urtasun respondió a la Comunidad de Madrid ofreciendo su colaboración. El Gobierno de Ayuso rechazó este ofrecimiento, animó al Gobierno a aportar financiación y finalmente pujó en solitario en la tercera subasta; sin ningún otro comprador que elevara la oferta, se quedó con la histórica casa del premio Nobel.

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La Comunidad de Madrid pretende convertir Velintonia en el centro neurálgico de las celebraciones de la Generación del 27, dentro de dos años, y quiere adquirir también el archivo de Aleixandre, que podría costar alrededor de 5 millones de euros. Mariano de Paco ofreció recientemente al ministro adquirir conjuntamente el archivo, aunque «si el ministerio desprecia el archivo, como despreció la casa de Aleixandre, la comunidad lo hará en solitario». «Ahí donde hay voluntad de cooperación institucional, este Ministerio de Cultura siempre tiene las puertas abiertas», respondió hoy Urtasun, aunque acto seguido añadió: «Pero tengo un problema, que la Comunidad de Madrid ha decidido hacerme oposición y hacerle oposición al Gobierno en lugar de trabajar por la cultura». Urtasun acusó a Ayuso de no tener lealtad ni con el presidente de su partido: «Con lo cual es complicado que colabore conmigo».

El ministro de Cultura asegura que su relación con otras comunidades gobernadas por el PP es «excelente», y citó regiones como Aragón, La Rioja, Andalucía, Extremadura y Galicia. Con Madrid no. Acusó a Ayuso de recortar las ayudas directas al Museo del Prado y al Thyssen. «La actitud de la señora Ayuso afecta a la cultura madrileña y creo que lo mejor que le podría pasar a la cultura de la capital de España es que hubiera un cambio de gobierno en la Comunidad de Madrid», dijo Urtasun.

Urtasun pasa así a considerar a la Comunidad de Madrid como un enemigo político, más que como una región con la que debe colaborar. Nada nuevo, por otra parte. Desde que asumió la cartera, el ministro ha protagonizado varios choques con Ayuso, como cuando pidió a la administración local que paralizara la tala de árboles en el Paisaje de la Luz. El consejero de Cultura de la Comunidad de Madrid, por su parte, le ha aguantado el pulso al ministro. Ha criticado duramente a Urtasun por decisiones como la supresión del premio Nacional de Tauromaquia y ha acusado al ministro de «censurar absolutamente todo» y de «atacar» a la cultura.