José Cobo: «El próximo Papa debe poder dar respuestas con palabras que entienda la gente»
El cardenal elector asegura que el cónclave busca un nuevo pontífice que respete la tradición «y sea valiente»
Un precónclave largo augura una rápida elección del Papa en las primeras votaciones
Nuevo Papa y fumata blanca o negro, en directo: resultado de la votación y última hora de la elección en el Vaticano hoy
El cardenal José Cobo, de 59 años, está en el grupo de los más jóvenes del cónclave, aunque por debajo de él hay otros quince 'baby cardenales'. El arzobispo de Madrid es escuchado con atención por un sector muy amplio de purpurados latinoamericanos ... y europeos que han apreciado cómo en los últimos meses ha coordinado por orden del Papa un grupo de trabajo mundial para reformar el plan de estudios de los futuros sacerdotes, una cuestión delicada en la que se juega el futuro de la Iglesia Católica.
—Aún es pronto para hacer un balance del Papado de Francisco, ¿pero qué se puede decir?
—Ha sido un hombre que ha acometido unos procesos muy importantes, y necesitaremos tiempo todavía para ver cuáles son los frutos.
—¿Esta herencia será una ayuda o un límite para el próximo Papa?
—Sería peor no tener procesos o tener un erial. Será una ayuda. La Iglesia no se encuentra en un momento de erial, tiene un montón de procesos y de semillas ya sembradas. El próximo, como cualquier padre de familia, acogerá lo que tiene. Ningún Papa empieza la Iglesia desde cero.
—¿Será un Papa de continuidad?
—Yo creo que acogerá todo lo que ha sembrado e incluirá alguna novedad. El Papado de Francisco ha sido de carga profunda. Había ya reformas y movimientos que salieron del Concilio Vaticano II, pero creo que su capacidad ha sido enraizarlas más. Necesitaremos tiempo para ver los frutos de todo lo que se ha sembrado.
—¿Qué es lo que la gente ve en Francisco que está pidiendo al próximo Papa?
—Bergoglio hizo un breve discurso justo antes del cónclave que conmovió a los cardenales que lo hicieron Papa. Entonces, dijo que no era tiempo de que la Iglesia estuviera mirándose a la estructura continuamente, sino de mirar a la misión y contactar con quienes el Señor dice que son los referentes: los más perdidos, los que no se sienten parte, los que están esperando algo de la Iglesia. En la medida que la Iglesia mire a la misión, será más Iglesia. Pienso que esas luces largas que propuso son las que todavía quedan hoy pendientes.
—¿Se puede hacer una división ideológica entre bandos de cardenales?
—Depende de la mirada que hagamos. Si lo miramos como la película 'Cónclave', pues sí, y podrá decir «estos son los tradicionalistas, estos los…». Pero en la Iglesia hay diversidad. La función que siempre ha tenido el Papa en la Iglesia es la de respetar la diversidad y crear unidad. ¿Eso cómo se hace? ¡Con Dios! Claro, porque esto no es un Parlamento.
—¿En qué consiste esa diversidad de la Iglesia?
—Unos la manifiestan de modo más fuerte, otros más en silencio, otros crean grupos diversos. Lo apasionante es que el Espíritu Santo sabe qué Papa quiere. Y el problema no es que nosotros votemos a ver qué grupo puede más, sino que votemos todos hacia el Papa que quiere el Espíritu Santo, no el que queremos nosotros. Lo que nos diferencia de un parlamento democrático o de la película 'Cónclave' es que vamos con la voluntad de que no se imponga lo que nosotros decimos, sino que se puede imponer lo que el Espíritu Santo quiere. Queremos que la elección del Papa que va a salir sea en sintonía con lo que Dios quiere.
—¿Tiene miedo a que participen extremistas en el cónclave?
—Lo que sí que me preocuparía es que no tuvieran voz en el cónclave todas las sensibilidades que hay en la Iglesia.
—¿Es ciencia ficción que el cónclave sea una lucha entre grupos de poder?
—Hay grupos, igual que hay grupos de amigos. Unos son más afines, otros se organizan. Lo bueno es que en este cónclave hay mucha gente que no tiene grupo. Eso es una libertad muy de Francisco: poner una pluralidad muy grande, con la cual dice, «¡pues tenéis que entenderos más que antes».
—¿Usted se siente presionado? ¿Alguien está intentando convencerle?
—No. Este este cónclave es de los más universales que hemos tenido, viene gente que por lo general no pasa por Roma. Es gente que está en Siria, en Iglesias muy periféricas, que llegan aquí y son votantes. Están fuera un poco de esas presiones que pueden existir, que tampoco existen. Yo creo que ahora el esfuerzo es preguntarnos, ¿y tú de dónde vienes?, ¿qué es lo que se necesita y qué es lo que necesitamos? Estamos en ese momento de conocernos ahora mismo.
—¿Cómo le gustaría que fuera el próximo Papa?
—Lo que todos vamos buscando es un Papa que respete toda la tradición viva de la Iglesia y que sea valiente.
—¿Qué significa la tradición viva?
—La tradición siempre es viva, no es un cofre que se cierra y se mete bajo tierra, sino el espíritu del Evangelio, que tiene que decir en cada tiempo cosas nuevas. Pero, efectivamente, que respete los procesos, que respete toda la historia de la Iglesia, la larga y la corta.
—¿Y por qué dice que debe ser valiente?
—Porque estamos en un cambio de época con unos retos enormes dentro de la vida de la Iglesia. Escuchando el pueblo de Dios y a todos, hay que dar respuestas, y respuestas con palabras que la gente nos entienda. No repetir mantras, sino ayudar a hacer una lectura del paso de Dios por nuestras vidas ahora mismo. Y eso debemos hacerlo juntos, en sinodalidad, sabiendo que entre todos tenemos la clave para dar la luz. La valentía del nuevo Papa tiene que ir por ahí.
—¿El criterio de edad es importante?
—Eso se va a ir viendo según las votaciones. Pero una persona con más edad se supone que tiene cierto conocimiento de la estructura de la curia romana. Esa estructura es parte de las reformas de Francisco y sería bueno alguien que conozca cómo van esas cosas, para que pueda acompañar los procesos que ya están iniciados.
—¿Y la procedencia geográfica?
—Creo que se irá más al perfil personal que a la procedencia. Con la universalidad en la que estamos inmersos, sería una locura.
—¿Entonces, buscan un Papa con un perfil que sea ya un mensaje?
—Es lo que vamos haciendo estos días, por un lado vamos dando claves y escuchándonos qué es lo que tiene que ser y mientras tanto ir haciendo un barrido para ver quién puede asemejarse a esto.
—¿Habrá un Papa liberal o un Papa conservador?
—Habrá un Papa del Espíritu Santo. Por eso estamos rezando mucho.
—¿A qué se refiere?
—En 1967, le hicieron una pregunta parecida al entonces teólogo Joseph Ratzinger, que respondió que en la Iglesia esa distinción no se formula así. Decía que lo contrario de conservador es ser misionero. Y la Iglesia siempre tiene que ser misionera. La misión desestructura entre lo progresista y lo conservador. También Francisco, cuando le hacían esa pregunta, decía: «Soy del Evangelio. Y el Evangelio es que algunas veces tienes que sacar las prendas antiguas, pero otras veces tienes que usar el paño nuevo».
—¿Cómo valora usted que no viniera el presidente Pedro Sánchez al funeral del Papa?
—No entro a valorar las decisiones del presidente porque tampoco las conozco bien. Estaban los Reyes con una delegación y había muchísimos españoles. Yo creo que Francisco tampoco entraría a valorar los juegos políticos que estén detrás. El Estado español estuvo representado, eso es lo bonito.