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Botánica

La burundanga en los Patios de Córdoba: los antiguos la usaban como planta medicinal

El patio de Duartas, 2 conserva una datura, que en dosis correctas es sanadora, pero que puede ser una droga peligrosa

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Isabel Luque muestra las hojas de la datura, de la que puede salir la burundanga Valerio Merino
Luis Miranda

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El que pasa por el patio de Duartas, 2, en el corazón del barrio de San Basilio de Córdoba, verá en su pared oriental un árbol de cierta altura y hojas verdes, que en mayo muestra los primeros capullos, todavía muy primarios, de una flor que terminará de crecer ya en junio.

Si alguien pregunta por su nombre, como se pregunta por tantas especies en la fiesta, su dueña, Isabel Luque, dirá que es datura, pero revela algo más sobre esta especie, y es que es una planta medicinal que tiene un principio activo que sirve como analgésico y que en ciertas dosis también es una droga peligrosa con la que se puede someter la voluntad de una persona: la burundanga.

El principio activo se llama escopolamina y en la medicina siempre tuvo uso analgésico y anestésico. Da ya entonces una clave: «Cuando una persona pasa por la anestesia no recuerda nada». A partir de ciertas dosis, es cuando se fabrica la burundanga, con la que se puede conseguir la sumisión de una persona. Actúa sobre la memoria y la capacidad cognitiva.

Lo cierto es que no es rara en los Patios de Córdoba. Isabel Luque, que no deja de investigar las plantas tradicionales, cuenta que ella conoció otra datura en un patio ahora cerrado en Enmedio, 25, en el mismo barrio de San Basilio, y que tenía un uso medicinal sano. Nadie había escuchado hablar de anular la voluntad de alguien.

«Se llamaban dormideras y en tiempos en que no había tantas medicinas se hacían infusiones para quitar el dolor», cuenta. Los antiguos no conocían los usos más perversos. No tiene otra apariencia que la de una planta normal, y de hecho en ocasiones se ha tenido que retirar de jardines públicos al no haberse reparado en que allí estaba el principio activo de un compuesto peligroso.

La dormidera, que así la llamaban, utilizaba el principio activo con fines medicinales sanos en infusiones

Ahora la burundanga es una droga temida, pero el uso que tuvo en los Patios de Córdoba fue siempre el de una planta medicinal, y no era la única. Los recintos tenían siempre un rincón con plantas aromáticas y medicinales, que se usaban en la cocina y como remedios.

Isabel Luque conserva muchas de ellas: la melisa que releja, el poleo, la yerbabuena y sobre todo la flor de jade, también llamada crásula. «En los Patios de Córdoba se le decía curalotodo», dice, y se utilizaba para ayudar a cicatrizar heridas y para quemaduras leves. Era anterior al aloe vera, que ahora tiene tantos usos.

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