Incendios Forestales
El incendio de Andújar quema una reserva de bisontes y linces
El Encinarejo es una finca privada con programas de recuperación de especies protegidas
Unas 500 personas tienen que ser desalojadas en el incendio de Andújar (Jaén) por la proximidad de las llamas

El incendio en la sierra de Andújar afecta a la reserva andaluza del bisonte europeo y a unas de las poblaciones de linces que sobrevivieron a la extinción. El fuego comenzó en una zona de la finca El Encinarejo junto al pantano. «Es un lugar ... donde no se puede acceder. Es privado de la finca. Ahí no se va a hacer barbacoa ni nada, que además está prohibido», señala a ABC Fernando Morán, biólogo de este emplazamiento, donde desde hace años se desarrolla un programa de recuperación de especies que, entre otras, trata de salvar de la extinción al bisonte europeo.
El Encinarejo tiene algo más de 1.000 hectáreas y sirve como hogar a ciervos, gamos, jabalíes, águilas imperiales, reales, buitres negros, leonados, ginetas, tejones o nutrias, pero sobre todo linces ibéricos, bisontes europeos. «Se ha quemado un tercio de la finca, aproximadamente. Es todo monte bajo y pasto. Las encinas no han ardido», explica Morán, que está mirando ya fórmulas para la compleja reforestación de este tipo de monte.
La propiedad está a 21 kilómetros de Andújar. Fue adquirida en abril de 2019 por la familia Hohne y Murdoch. Al llegar a la finca en noviembre de 2018, Alex y su padre, Jahn Hohne, supieron inmediatamente que era aquí donde querían plantar sus raíces. Compraron El Encinarejo para transformar una clásica finca de caza en un destino global de biodiversidad. Es cuando se enfocaron en mejorar el ecosistema con la protección del espacio y sus habitantes. Ahora es gestionada por el matrimonio Hohne, Alex y Jess, que reintrodujeron 18 ejemplares de bisonte en estas tierras. Un animal que sobrevive en Polonia y Bielorrusia, pero que tiene una reserva en Andalucía en este enclave.
Los expertos indican que este animal sirve para la conservación de la biodiversidad y desempeña un papel crucial en la restauración del terreno. Los bisontes europeos son considerados «ingenieros del paisaje», ya que su comportamiento de pastoreo influye en la composición y la estructura de los ecosistemas, beneficiando a una variedad de especies vegetales y animales.
Los bisontes se comen los pastos de la finca, ayudando a la preservación del monte bajo. El estiércol favorece el buen crecimiento de los bosques y contribuye a preservar el resto de especies y la restauración del equilibrio ecológico en esta parte de Sierra Morena. «Los animales tienen la finca desbrozada. No hay mucha vegetación, porque se la han comido. Se trajeron para eso, pero no les ha dado tiempo a comerse toda la finca antes de que haya un incendio», añade Fernando Morán, quien dice que los bisontes se fueron a una parte baja del terreno cuando comenzó el incendio y que se han mantenido todos a salvo.
Preocupación por los linces
No ocurre lo mismo con el resto de especies. «Habrá que hacer una valoración. No sabemos nada de los linces ni del resto de la finca», añade Morán. La organización WWF señaló este lunes pasado que el incendio amenaza «una de las poblaciones más importantes de lince ibérico». El fuego afecta «al núcleo más importante de linces ibéricos de la Península», situado en torno al embalse de El Encinarejo y el barranco de San Miguel. Allí hay unos 20 ejemplares en peligro en cinco territorios de hembra, cuatro de ellos afectados por el incendio y uno totalmente destruido».
La finca es un espacio para el turismo en contacto con la naturaleza, hasta hay safaris y actividades para ver los animales en libertad. Aunque también hay una parte para conservación de la flora y para la diversión. Guy Murdoch, que ha pasado la mayor parte de su vida criando caballos de carreras pura sangre, dirige el nuevo proyecto de la trufa negra. Por su parte, Wylma Murdoch es la «susurradora de animales» y una experta en jardinería. Dirige uno de los dos huertos orgánicos y está especializada en permacultura.
Actualmente, se tiene en marcha un proyecto de reforestación de 5.000 árboles y un cambio completo a la energía renovable, así como la iniciativa de alimentación ecológica. Los menús que se preparan en los alojamientos rurales de la finca se componen principalmente de verduras y frutas de los huertos, así como de carne de venado «cazada de forma ética» en la finca. En ese espacio natural comenzó a arder un fuego que tiene un perímetro de más 20 kilómetros cuadrados.
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