Donde habita el olvido / Pozo de Kola
La puerta del infierno
Los soviéticos excavaron el agujero más profundo del planeta, a más de 12.000 metros de profundidad
Chernóbil bajo el océano
La ciudad muerta

Acompañado por Virgilio, Dante desciende al infierno en su 'Divina Comedia' y cuenta que había una inscripción a las puertas del lugar donde penaban los pecadores: «Quién entre aquí, debe abandonar toda esperanza». Emulando al poeta italiano que viajó hace siete siglos con ... su imaginación hacia las profundidades de la Tierra, el Comité Central de la Unión Soviética aprobó un proyecto en 1962 para excavar el pozo subterráneo más largo del mundo. Era la época de Kruschev, la Guerra Fría y la lucha por la conquista del espacio.
El emplazamiento elegido fue la región de Múrmansk en la península de Kola, un territorio que limita con Finlandia y cuyas costas están bañadas por el mar de Barents. El objetivo básico del proyecto era investigar la litosfera tanto con fines científicos como para buscar nuevos recursos naturales. La primera perforación se realizó en mayo de 1970. Se comenzaron los trabajos de un pozo principal con varias ramificaciones. La idea era alcanzar los 15.000 metros de profundidad hasta el límite entre la corteza terrestre y el manto, donde se produce la llamada 'discontinuidad de Mohorovicic', que alude a un cambio en la propagación de las ondas sísmicas.
Dante escribe en su 'Comedia' que «quien se va al infierno, siempre vuelve a la tierra». Esta es la condena que sufrió el pozo SG-3 en 1985 cuando se logró superar los 12.000 metros. Se produjo un derrumbamiento de cinco kilómetros, que forzó a paralizar el proyecto. Se reanudó tras unos meses y, cuatro años después, se llegó a los 12.262 metros, una profundidad jamás alcanzada y todavía no superada. La perforación cesó en 1994 y el pozo fue sellado.
Kola fue el intento del Kremlin de demostrar la supremacía tecnológica del comunismo, un sueño fracasado
La causa del abandono del proyecto fueron las dificultades surgidas por la dureza de los materiales y el incremento de la temperatura. Los científicos soviéticos creían que el subsuelo de granito daría paso a un estrato de basalto, lo que no sucedió. Paralelamente, la temperatura se duplicó sobre lo previsto y llegó a los 185 grados al acercarse a los 12.000 metros, lo que creaba un serio problema en los equipos de excavación para seguir avanzando en el pozo, apodado 'La puerta del infierno'.
La mayor sorpresa fue el hallazgo de diminutos fósiles de plantas marinas a 6.000 metros bajo la tierra, algo muy inesperado. Los expertos evaluaron su antigüedad en unos 2.000 millones de años, lo que supuso una gran aportación en los trabajos de datación de la evolución de la vida en el planeta. También se descubrieron vetas de agua a una profundidad de dos kilómetros, lo que contradecía las previsiones científicas. También se halló una gran cantidad de hidrogeno, mezclado con fango.
Las excavaciones de Kola fueron la respuesta soviética al proyecto Mohole, impulsado por Estados Unidos en 1957 para perforar en la costa del Pacífico. El programa fue abandonado diez años después por falta de financiación, ya que Washington consideró prioritario el programa de la NASA para conquistar la luna. Hace algunos años, China inició la excavación de un pozo en el desierto para llegar a los niveles alcanzados en Kola.
A comienzos del nuevo siglo, la empresa estatal rusa GNPP Nedra reabrió las instalaciones y construyo un laboratorio en su interior, pero el proyecto fue cancelado en 2008 por su falta de rentabilidad. Aunque el lugar permanece vacío, se puede observar la torre exterior del pozo que emerge sobre las rocas graníticas de la zona. Kola fue el intento del Kremlin de demostrar la supremacía tecnológica del comunismo, un sueño fracasado pero que sirvió para conocer la naturaleza de lo que existe bajo nuestros pies.
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