el contrapunto
Sánchez se burla de nosotros
Sus celos del Rey alcanzan tal nivel que no soporta estar junto a él ni siquiera en el funeral del Papa
Orgullo del legado español
Un infame llamado Zapatero
Iba a escribir «ríe», pero habría faltado a la verdad. La risa denota alegría, diversión, felicidad, emociones que huyeron hace tiempo del corazón de Pedro Sánchez y de su rostro crispado. La burla es el recurso patético de los vencidos incapaces de aceptar la ... derrota. O sea, de quienes, como él, andan tan sobrados de soberbia como faltos de razón y ayunos de la dignidad requerida para presidir el Gobierno de España.
Sánchez está acorralado por la corrupción que salpica a su familia y colaboradores más cercanos, se ha quedado en minoría en el Congreso, impotente para aprobar una sola ley, carece de influencia internacional, donde es un cero a la izquierda obligado a cumplir con las exigencias de la UE y la OTAN, so pena de ser sometido al escarnio público de sus pares, y no puede pisar la calle sin sufrir abucheos. Sus celos del Rey alcanzan un nivel tan patológico que no soporta estar junto a él ni siquiera en el funeral del Papa, porque en la comparación entre ambos su figura se achica hasta parecer enana, y no precisamente por una cuestión de estatura. Sus socios de legislatura le infligen una humillación constante, cada vez más notoria, y los que metió en el Ejecutivo han conseguido asustarlo lo suficiente como para forzarle a dar marcha atrás en la última compra de armamento a Israel (hubo otras muchas después del 7 de octubre de 2023), a costa de cargar al contribuyente una factura millonaria a cambio de nada. Un frenazo y marcha atrás a todas luces innecesario, dado que Yolanda Díaz y demás ministros de Sumar ya habían tragado con eso y cosas peores en el empeño de conservar sus poltronas y abultadas nóminas.
El caudillo socialista empieza a ver que todo se desmorona a su alrededor y no encuentra más salida que insultar nuestra inteligencia con sus mofas de mal perdedor. De ahí que salga a defender en plena Semana Santa un incremento sustancial del gasto en defensa, más de 10.000 millones de euros, sin someterlo al perentorio control parlamentario propio de una democracia ni contar con Presupuestos susceptibles de sustentar tal partida, dado que llevan dos años prorrogados. De ahí que mantenga en el cargo a un fiscal general imputado por el Supremo, que borró las pruebas contenidas en su teléfono, ahora recuperadas, y que se permite hacer nombramientos a pesar de su situación. De ahí que utilice a su peón en el Constitucional, Conde-Pumpido, para indultar por la puerta de atrás a sus compañeros condenados por los ERE andaluces y amnistiar a los golpistas catalanes. De ahí que presuma de lo bien que va la economía cuando somos cada vez más pobres y encontrar vivienda se ha convertido en misión imposible para los jóvenes. Se burla de nosotros con su sonrisa de hiena.
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